En Maturín, estado Monagas, habitantes de parroquias y sectores siguen denunciando la problemática que les genera no contar con un eficiente suministro de agua.
La deficiencia del vital líquido no solo es causada por la paralización constante de la potabilizadora Aguas de Monagas. Y es que 78 comunidades que se abastecen de pozos también están a secas.
Las gestiones del gobierno regional se han orientado a hacer un mapeo de las zonas afectadas y la problemática que presentan. El resultado que ha expuesto la gobernadora de Monagas Yelitza Santaella da cuenta de la alta inversión que tienen que hacer para resolver el tema del agua.
“El río Guarapiche tiene mucho sedimento, cuando alza la turbidez tengo que apagar la planta porque si no se queman todos los motores”, dijo Santaella.
A la dificultad de la turbidez que trae consigo la temporada de lluvias en la cabecera del río refirió la mandataria que se suma la situación eléctrica que afecta directamente a los equipos de captación de la potabilizadora Aguas de Monagas.
«Cuando hay esos bajones de luz se queman los motores, se quemaron dos motores, logramos recuperar uno. Se quemó una bomba de las 7 que teníamos. Cada bomba y cada reparación son 20 o 25 mil dólares», acotó.
En Maturín, el municipio capita,l unas 4 mil familias dependen de la potabilizadora Aguas de Monagas. Ante el clima de lluvia que acompaña al estado la turbiedad del rio Guarapiche se convierte en un reto su operatividad.
Mientras para las comunidades que necesitan bombas el gobierno asegura que necesita invertir por cada sector un mínimo de mil dólares por mantenimiento de la bomba y adquisición de materiales.