Esta organización que promueve y defiende derechos de los niños, niñas y adolescentes, manifestó su rechazo a la violencia y condenó todas las acciones de violencia que se han registrado en las últimas horas en Petare, en Caracas.
A través de una nota de prensa, denunciaron que desde hace seis días, los vecinos de José Félix Ribas y zonas aledañas reportan un enfrentamiento armado continuo.
Recordaron que las acciones armadas en el barrio José Félix Ribas de Petare, ocurren dentro de comunidades en las que hay niños, niñas y adolescentes. Señalan que los hombres y presuntos adolescentes con armas largas se pasean delante de ellos.
Advierten, que si bien esta situación puede generar heridos entre los que puede haber niños, niñas y adolescentes; también genera secuelas por vivir en contexto violento. Cecodap asegura que no se puede permitir que la próxima generación de ciudadanos crezca en una normalización de las armas, de los tiroteos, de las balas perdidas.
Por lo que, condenan lo que consideran un silencio injustificado, además de las omisiones, del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, del Ministerio Público y de la Defensoría del Pueblo. Y exigen a los organismos de seguridad del Estado, en el marco de la ley y respeto estricto a los derechos humanos, desarrollar acciones inmediatas para la protección de los vecinos de Petare; especialmente de los niños, niñas y adolescentes.
Dicen, que como prueba de esta realidad hay una decena de videos. En algunos solo se oyen las ráfagas de balas desde diferentes comunidades del municipio Sucre de Miranda, donde se encuentra el barrio José Félix Ribas. En otros, se logra ver cómo los integrantes de grupos armados pasean frente a niños del lugar.
Añaden, que han recibido reportes de que el conflicto inició cuando una banda intentó despojar del poder a otro grupo delictivo. Desde el miércoles 29 de abril, el enfrentamiento armado no solo se oye en José Félix Ribas, uno de los barrios de Petare. También es escuchado por habitantes de urbanizaciones cercanas como Palo Verde y La Urbina, en la ciudad Capital.
La nota de prensa también destaca, que para la comunidad esta situación se convirtió en una razón más para permanecer encerrados. Pero aún dentro de sus viviendas hay riesgos. Un testimonio (reservado para su protección) apunta que los hombres armados usan las casas de otros para esconderse de las balas tras sus paredes y los techos como bases de disparo. La Bombilla, Las Brisas, Julian Blanco y las Fechas Patrias son otros lugares que están en riesgo. «Las balas no se frenan con los bloques de ladrillo», relató otra afectada que vive en la zona 6 de José Félix Ribas.
A kilómetros de distancia
Palo Verde es una de las urbanizaciones más cercanas que tiene el barrio José Félix Ribas. Tomás, de 26 años de edad, vive allí. Tras seis días de escuchar ráfagas de disparos de manera esporádica, el joven reconoce que se encuentra afectado.
Al menos dos kilómetros tiene que recorrer un proyectil para llegar hasta una de las calles de esta urbanización. El sábado varios llegaron, rompieron vidrios, quedaron en el asfalto y la planta baja de algunos edificios.
«Ese fue el peor día. Me mandaron fotos de cómo había balas en la calle o de ventanas rotas. Tuve que cambiar la posición de mi cama, que estaba al lado de una ventana. Así me sentí más tranquilo», indicó Tomás.
Asegura que ese día estuvo deprimido. Sus pensamientos giraban entorno a la idea de «hasta dónde vamos a llegar con esta situación». «Es bastante terrible. Uno debe lidear con la descomposición social del país, con la falta de gasolina, con los alimentos. Ahora el problema del índice delictivo está cerca de donde vivo. Lo último que uno piensa ahora es en el coronavirus», manifestó.