Jannia Orta, psicóloga de la organización Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), explicó que para los niños, niñas y adolescentes es difícil enfrentar emocionalmente la separación con sus padres que tienen que migrar en busca de una mejor calidad de vida.
«Es una migración forzada. La condición en la que se da resulta bastante complejo, incluso para los niños, niñas y adolescentes. Muchas veces implica cruzar largos trayectos en malas condiciones», hizo hincapié para aclarar que la mayoría de los padres no desean apartarse de sus hijos, pero su realidad es compleja.
En una entrevista que concedió este jueves 25 de agosto al programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias, señaló que la cifra tanto de niños que se quedan en el país al cuidado de terceros porque sus papás emigraron, como la de jóvenes que migran, ha aumentado porque la situación persiste.
«Los padres responsables de familia tienen que hacer algunas medidas extremas como esas», dijo sobre las decisiones que toman los jefes de familia de dejar a su hijo.
«Hay niños que tienen años con sus papás fuera del país y están a cargo de sus abuelos», indicó.
La ruptura familiar
La psicóloga destacó que a los niños y niñas se les debe explicar por qué su papá o mamá debe migrar para que no sienta que está siendo abandonado. Además, después de la partida se debe mantener comunicación constante para evitar daños emocionales severos.
En caso de que la familia se vaya junta a adentrarse por la selva del Darién y otros caminos irregulares, enfatizó que los niños, niñas y adolescentes deben tener conocimiento y sentirse preparados para lo que van a enfrentar.
«Nosotros recomendamos no exponer a los niños, niñas y adolescentes a este impacto emocional de pasar por la selva», subrayó.
A su vez, recomendó a las personas que ya tienen fijada la decisión de irse del país a tratar de migrar de forma planificada, llegando sus documentos de identidad y a no abandonar la comunicación con sus familiares.
Escuche la entrevista completa a continuación: