Cendas propone ingreso humanitario de 100 dólares al mes

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Referencial

Oscar Meza, director del centro de documentación y análisis social, Cendas, refrescó varios indicadores de la economía del venezolano común que dan ganas de llorar.

En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias explicaba que en el caso de la canasta alimentaria, que contiene 60 productos, registra un valor, en los 23 días del mes de septiembre de unos 300 dólares, es decir, en bolívares superaría los 90 millones.

Dicho en otras palabras, se requieren 250 salarios mínimos de los actuales al mes para adquirirla por parte de cualquier familia en el país.

Con respecto a la canasta básica familiar se le agregan 37 productos más lo que dispara su precio a 175 millones 970 mil bolívares, es decir, 600 dólares aproximadamente. O lo que equivale a 440 salarios mínimos.

Al día una familia venezolana, apunta Meza, necesita por lo menos 3 millones de bolívares para «medio subsistir», lo que implicaría disponer de alrededor de 10 dólares al día.

En la canasta básica familiar se integran otros ramos como gastos de salud, educación, transporte, artículos de limpieza, higiene personal. Para esto se adicionan otros 10 dólares más, diariamente también.

En este apartado el investigador hace la acotación que «no estamos incluyendo lo que se está gastando de extra en la compra de gasolina», lo cual incrementa aún más el gasto mensual.

Con el actual ingreso salarial del común de los ciudadanos en el país solo se llega a cubrir el 0.4 por ciento de la canasta alimentaria.

En los estudios que vienen llevando a cabo a través del CENDAS se han atrevido a proponer lo que llaman un ingreso o salario humanitario, calculado en unos 100 dólares al mes.

Según Meza este monto «por lo menos te alivia…es verdad que no cubra toda la canasta pero es mucho más de lo que se gana actualmente».

Sin embargo, pronostica que de parte del Estado venezolano no se tendrá la capacidad ni los recursos para cumplir con esta propuesta.

Considera que dada la experiencia que se ha dado desde hace algunos años en varias empresas privadas «que ya vienen pagándole a sus empleados en dólares» se pueda copiar ese modelo para el ingreso humanitario de los 100 verdes.

Para el caso de los empleados públicos, como los docentes por ejemplo, sugiere que los organismos internacionales de ayuda humanitaria que implementen este tipo de contribuciones.

Refleja también algunas iniciativas individuales y familiares como la instalación de micro mercados, servicios profesionales en línea, que han surgido en medio de la cuarentena «que ha permitido que algunas familias resurjan un poco en su economía y les permita comprar, por lo menos, los alimentos».