El conflicto entre Estados Unidos y China en la actualidad se manifiesta principalmente a través de la imposición de aranceles, un mecanismo de presión económica que algunos denominan guerra arancelaria y otros prefieren llamarlo guerra comercial.
En este contexto se han observado diversos episodios, desde las primeras medidas implementadas por Donald Trump hasta las respuestas de China, pasando por ajustes y suspensiones que complejizan la comprensión de la situación actual.
Ana Paola Nava, consultora de Gestión Empresarial, aseguró en el programa De Primera Mano TV de Radio Fe y Alegría Noticias que, para entender este contexto, es necesario definir el hecho económico, político y jurídico, con el fin de tener un panorama más amplio del entorno.
“Para entender el contexto, es clave definir el hecho económico (descubrimiento de recursos), político (organización) y jurídico (creación de normas). Aplicando esto a la actualidad, el hecho económico principal es la producción masiva en China de productos como celulares, termos, micrófonos y cámaras, frecuentemente bajo la modalidad de maquila para diversas marcas”, explicó Nava.
India y China: dos modelos de producción
La pregunta de cómo China se convirtió en el epicentro de la producción global resuena con fuerza en el contexto actual de tensiones comerciales.
Para comprender este fenómeno, es crucial retroceder en el tiempo y analizar las fuerzas que impulsaron esta transformación. No se trató de un evento repentino, sino de un proceso complejo donde la combinación de políticas estratégicas, inversión extranjera y, fundamentalmente, el descubrimiento y la disponibilidad de una vasta y competitiva mano de obra jugaron roles protagónicos.
En ese sentido, Nava acotó que no es secreto que existe una población y un territorio llamado Indiatec, donde se desarrolla todo lo relacionado con tecnología, programación, entre otros.
En el caso de China, por supuesto, destaca la mano de obra y la producción de bienes con calidades que pueden ser discutibles, pero que varían dependiendo de la forma en que se maquilen, la formulación o los estándares de calidad. Es en este punto donde entran temas de marca propia, propiedad intelectual, diseños industriales, entre otros.
“Existe una población un territorio que se llama Indiatec que todo lo que sea de tecnología programación entre otras es desarrollado en la India y en el caso de China por supuesto mano de obra productos con buenos calidades que se pueden discutir pero que dependiendo de la forma en que se maquilen la formulación o los estándares de calidad podrían variar que ahí es donde entra temas de marca propia intelectual diseños industriales entre otras cosas”, resaltó la gestora empresarial.
La urgente separación: economía y política como pilares del desarrollo
Finalmente, la abogada y politóloga Ana Paola Nava recalcó la crucial necesidad de establecer una clara separación entre las esferas económica y política para fomentar un desarrollo socioeconómico robusto y sostenible.
Subrayó que la confusión o la excesiva interferencia de intereses políticos en la toma de decisiones económicas puede generar distorsiones en el mercado, crear ineficiencias y, en última instancia, conducir a conflictos como las guerras comerciales que estamos presenciando.
“Me gustaría dejar claro que siempre es importante separar la economía de la política. Si las mezclamos, surgen todos estos conflictos y podemos hablar de guerra comercial. El hecho económico debe separarse siempre del hecho político; el primero es algo que regulamos entre ciudadanos. En esta nueva era, hablamos de libre comercio, de transparencia y quizás de libertad arancelaria en un futuro. Sin embargo, si introducimos temas políticos, empezamos a considerar la soberanía y a buscar índices de producción nacional más altos para, digamos, proteger la producción local y evitar la competencia desleal. Por lo tanto, siempre hay que tener en cuenta la separación entre economía y política, pero buscando un hilo conductor cercano que nos pueda llevar al desarrollo socioeconómico de un país en términos muy buenos o positivos para la economía global”, manifestó Nava.
Considerando el análisis de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, la perspectiva de Nava sobre la importancia de distinguir los hechos económicos, políticos y jurídicos, y la comparación implícita con el modelo de desarrollo tecnológico de India, parece necesario reflexionar sobre la intrincada relación entre la producción global, el poder geopolítico y el desarrollo socioeconómico.
La pugna arancelaria, lejos de ser un simple intercambio de medidas punitivas, revela las tensiones inherentes a un mundo donde la fábrica global, China, y la potencia hegemónica, Estados Unidos, buscan redefinir sus roles y esferas de influencia.
En última instancia, la búsqueda de un equilibrio entre la protección de los intereses nacionales y la promoción de un comercio justo y transparente se erige como el desafío fundamental para la estabilidad económica mundial en los años venideros.
Mira la entrevista completa sobre la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China aquí:
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