El gobierno colombiano reveló su ambiciosa estrategia para combatir el tráfico de fentanilo en su país. Bajo el lema “Anticipar para prevenir”, esta iniciativa pone un fuerte énfasis en la prevención y la reducción de daños, en un esfuerzo integral para hacer frente a la creciente amenaza que representan las drogas de alto impacto, incluido el fentanilo.
El anuncio se realizó en el marco del IV Congreso Internacional contra el Tráfico de Fentanilo, Sustancias Químicas y Nuevas Sustancias Psicoactivas, con el tema “En defensa de la vida”.
¿De qué va la estrategia?
El director de la Policía colombiana, William Salamanca, presentó la estrategia ante el país, destacando la importancia de la cooperación internacional, la prevención y el conocimiento compartido.
“Esta es una responsabilidad de todos, que implica trabajar en cooperación internacional, prevención y conocimiento, corresponsabilidad, integración e inteligencia, investigación y servicio de policía”, señaló Salamanca, quien también comentó que la estrategia ‘Anticipar para prevenir’ contará con la participación de los sectores de salud, educación, defensa, justicia y control.
Esta estrategia, diseñada para abordar la amenaza de drogas de alto impacto como el fentanilo y los opioides, se centra en la prevención, la reducción de daños, la atención médica, la gestión de situaciones de emergencia y el control constante.
El fentanilo se ha convertido en los “peores males”
La iniciativa surge en línea con la política pública del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien calificó lo que está pasando con el fentanilo como “uno de los peores males que hoy sufre la humanidad”.
En su intervención en el congreso, Petro subrayó la necesidad de abordar el problema desde una perspectiva integral y anunció su primera medida en la lucha contra las drogas basada en la “mitigación del daño”.
Asimismo, ordenó la instalación de puestos de salud pública en los lugares de fiesta colectiva de las ciudades para detectar la presencia de fentanilo en sustancias adquiridas por los asistentes.
A pesar de la amenaza, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, afirmó que no hay evidencia de fabricación local del fentanilo en Colombia, siendo principalmente una sustancia importada. Sin embargo, la dimensión del problema es innegable, con 30 muertes atribuidas al fentanilo en autopsias entre 2012 y 2022, según datos oficiales.
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