Este martes 26 de julio, a partir de las 9:30 horas de la mañana se llevará a cabo el primer proceso civil realizado en el Vaticano contra un Cardenal y otras 9 personas más.
El ex número 3 del Vaticano, Angelo Becciu es acusado de malversación de fondos, abuso de poder y obstrucción de la justicia por incitar a funcionarios subordinados a declarar falso testimonio.
Por su parte, Becciu niega las acusaciones tajantemente y sus abogados subrayan que «no se ha apropiado ni de un céntimo».
Otras nueve personas serán procesadas, la mayoría de ellos por malversación de fondos, fraude y extorsión.
«El cardenal está sereno, porque tiene la conciencia limpia y la certeza de que saldrá a luz la verdad», reza el comunicado de los abogados de Becciu.
Apartado de funciones
Ha sido necesario adaptar esta sala especial en los Museos del Vaticano pues el tribunal es demasiado pequeño para acoger a todos los acusados, diez en total, junto a sus abogados, a los tres jueces, y a los dos fiscales.
Aún no está claro si el purpurado se presentará este martes ante los jueces. No está obligado a comparecer en estas primeras vistas.
En esta primera audiencia técnicamente se informa a la defensa de los términos de imputación, y la corte decide sobre las objeciones que se presenten al proceso.
El 24 de septiembre Becciu, fue apartado de todos sus cargos y se vio obligado a renunciar a todas las prerrogativas ligadas al cardenalato.
Años de investigación
Los fiscales han tardado meses en reconstruir la opaca operación de compra con fondos reservados de la Secretaría de Estado de un edificio de Londres que ha supuesto pérdidas de entre 88 y 174 millones de euros al Vaticano.
En este caso, se trataba de una inversión no especulativa pues la idea era transformarlo en edificio de apartamentos de lujo para alquilarlo por lotes.
Pero el Vaticano no sabía que el edificio estaba no sólo hipotecado sino vinculado a varias normas locales y no podía ser reformado.
La operación comenzó en 2014, y desde entonces y hasta el año 2019, varios intermediarios se embolsaron sucesivamente millones de euros, primero revelando al Vaticano que no tenía el control del edificio a pesar de haberlo pagado; y después pidiendo comisiones millonarias para cederlo.
La voz de alarma la dio el Banco Vaticano Ior, cuando la secretaría de Estado solicitó un préstamo alegando como concepto supuestos «motivos institucionales» para pagar la hipoteca final.
A pocas horas del inicio del juicio, lo único que está claro es que será un proceso largo y lleno de desagradables sorpresas.
Fuente: ABC, Agencias