CorteIDH condenó al Estado venezolano por detención arbitraria de familia Wayuu

34
Foto: archivo web.

23 años después, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó al Estado venezolano por la detención arbitraria contra los miembros de una familia Wayuu en 1998.

El Tribunal internacional ordenó al Estado de Venezuela darle continuidad a las investigaciones, y dentro de un plazo razonable concluir el caso con los correspondientes procesos penales.

Además ordenó al Estado venezolano, pagar un monto económico por los gastos de tratamientos y padecimientos físicos, psicológicos y psiquiátricos sufridos, así como una indemnización por daños materiales e inmateriales.

La CorteIDH sostiene que tras 23 años, el Estado venezolano no ha avanzado en las investigaciones, y menos aún en los actos conclusorios.

A juicio de la Corte, el Estado venezolano detuvo a los originarios sin contar con elementos suficientes que justificaran la acción. Por tanto, «los procedimientos policiales donde resultaron detenidos varios indígenas fueron catalogados como arbitrarias».

No conforme con ejecutar las cuestionables detenciones, Belkis y María Angélica González, fueron encerradas en «celdas de aislamiento» que no tenían las condiciones adecuadas para la permanencia de una persona, lo que constituye «trato cruel o inhumano».

De acuerdo con la Corte, el Estado venezolano tampoco cumplió con una sentencia absolutoria a favor de Fernando González, María Angélica González, Belkis Míreles González y Wilmer Antonio Baliza González. Este medida fue ordenada el 29 de septiembre de 1999.

Un hecho que generó mayor rechazo fue el asesinato de Olimpíades González mientras estaba detenida. El 11 de diciembre de 2006, Olimpíades González fue atacada con un arma de fuego y como consecuencia fue impactada por tres proyectiles que produjo su muerte.

Ya el 19 de septiembre de 2001, la mujer había sido víctima de un atentado, pero el Estado ignoró la denuncia de su defensa. Cinco años después resultó asesinada.

La CorteIDH estableció, con respecto a la investigación por la muerte de González, «que existió una falta de actuación en un plazo razonable» y que el caso no ha sido resuelto.

Los hechos

En noviembre de 1998 fueron detenidos Belkis González, María Angélica González, y Fernando González por parte autoridades policiales de Guajira. Los funcionarios los señalaron por su presunta vinculación de los detenidos con un homicidio.

Posteriormente, el 28 de enero de 1999 se produjo la captura de Wilmer Antonio Barliza González, Luis Guillermo González González y Olimpiades González.

Las últimas detenciones de parte de la familia González ocurrieron luego de un tiroteo entre supuestos miembros de ambas familias.

Durante el proceso de investigación inicial, Belkis y María Angélica González fueron encerradas en «celdas de aislamiento» como una forma de obligarlas a «declarar».