Al menos 10 médicos de 7 hospitales nicaragüenses han sido despedidos por opinar sobre el manejo que ha hecho el gobierno de la pandemia de COVID-19.
La doctora Marianela Escoto denunció en un video que fue despedida injustamente por firmar una carta de respaldo a un colega médico que, días antes, había sido despedido. En el video, Escoto mostró la carta firmada por el director del hospital.
«No tienen ninguna causa justa. Ni siquiera un llamado de atención a mi desempeño profesional y ético, en mi vida lo he tenido y ustedes lo saben», dijo la profesional en el video.
Lo mismo ocurrió con el internista Enrique Vidal López Arbizú, quien estaba encargado de la sala de COVID-19 del Hospital Victoria Motta de Jinotega y quien recibió su carta de despido el domingo 28 de junio.
Su carta estaba firmada por el director de la institución, José Luis Reyes Largaespada, y explicaba que fue por «no cumplir con las obligaciones y responsabilidades asignadas».
López aceptó la carta, pero firmó una declaración rechazando las acusaciones de la directiva del hospital.
Tras los despidos, otros especialistas decidieron renunciar en solidaridad a sus colegas.
«Hoy me enardecí al ver las actitudes de las autoridades del sistema de salud de despedir a muchos médicos, colegas, amigos, gente especialista de buen prestigio», dijo el médico cirujano Adolfo Díaz en sus redes sociales.
Horas más tarde, la directiva del hospital donde trabajaba Díaz junto a su esposa decidió despedir a su cónyugue.
Por su parte, el gobierno de Nicaragua declaró que aceptan las dimisiones de aquellos que renunciaron, pero rechazó las denuncias.
