«Desde hace 7 años se importa gasolina en Venezuela»

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La afirmación la sostuvo el dirigente sindical del sector petrolero José Boda, en conversación con Radio Fe y Alegría Noticias en la mañana de este miércoles 16 de septiembre.

Advirtió que el problema de la escasez de combustible en Venezuela proviene desde el año 2010.

Desde la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela dice que vienen documentando a través de sendos informes técnicos cómo ha sido la situación en las refinerías, muelles, empresas mixtas y en las redes de transporte y distribución del combustible desde hace 10 años.

En los informes iban reflejando que «PDVSA se está cayendo por falta de inversión, de mantenimiento y desafortunadamente a los trabajadores de la industria petrolera no nos escucharon», apunta el sindicalista.

Al señalar que estas causas son de vieja data las consecuencias se siguen acentuando con las largas colas de vehículos en todo el territorio nacional, «cuyos conductores pasan hasta 5 horas para echar gasolina».

En una especie de alegoría Boda describe que en Venezuela hay tres pandemias. La propia de la COVID-19, la de los salarios de hambre y la de la industria petrolera destruida.

Condiciones actuales de las refinerías en el país

Sobre las condiciones actuales de las refinerías precisa, con conocimiento porque trabajó 32 años en la misma, cómo se encuentra la de Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui.

Asegura que ese complejo refinador tiene una capacidad instalada para procesar 190 mil barriles diarios de combustible «y tiene 4 años paralizada».

Recuerda que en diciembre de 2019 se hicieron unos intentos para reactivarla «y solo duró dos semanas produciendo 30 mil barriles porque hay problemas con las calderas, con la generación de vapor, con los generadores eléctricos, con los compresores», además de la falta de repuestos para los equipos necesarios.

Similares condiciones presenta la refinería de el Palito, en Puerto Cabello, Carabobo. Destaca que es una infraestructura que cuenta con una capacidad para refinar 130 mil barriles diarios pero su funcionamiento ha sido bastante irregular «por las paradas de emergencia que se le aplican…y eso hace que solo produzca unos 37 mil barriles de gasolina que van, fundamentalmente, a la ciudad de Caracas».

En cuanto al complejo ubicado en la localidad de Paraguaná, estado Falcón, el segundo más grande del mundo con una capacidad instalada de más de 900 mil barriles, Boda explica que «en su mejor momento solo ha procesado entre 30 mil y 40 mil barriles diarios».

En virtud de este panorama y por los procedimientos que han venido aplicando en PDVSA con el suministro de combustible al mercado interno venezolano, el representante de los petroleros asegura que en Venezuela «se viene importando gasolina desde hace 7 años…junto al crudo liviano para mezclarlo en la faja petrolífera del Orinoco y también gas natural».

Con respecto a la ansiada espera de nuevos buques iraníes con más combustible, Boda expuso que «el problema de fondo no es que vengan con combustible y con componentes para procesar sino que nuestras refinerías están destruidas».

Salarios de hambre

Agrega que los pésimos salarios que devengan los trabajadores de la industria «a tanto solo 4 dólares mensuales que nos pagan transnacionales como Chevron, Total Oil y otras empresas» imposibilitan aún más que se pueda recuperar la estatal petrolera.

Y junto con el deficiente tema salarial denuncia que a los trabajadores activos se les ha venido quitando los comedores, en las clínicas ya no los atienden y no se les dota de implementos de seguridad laboral.

En este plano laboral también incluyó la situación irregular que se viene presentando con «trabajadores que tenemos detenidos, perseguidos, como el capitán Bartolo Guerra, en Guaraguao, por exigir los derechos de los trabajadores».

Este próximo 1 de octubre se cumpliría un año de vencimiento de la convención colectiva del sector petrolero.

También reclama que a los empleados jubilados se les robó el fondo de jubilaciones «y lo que devengan son pensiones de hambre».