“San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra las maldades e insidias del demonio. Se nuestra ayuda, te rogamos suplicantes. ¡Que el Señor nos lo conceda! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios arroja en el infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos que ambulan por el mundo para la perdición de las almas”.
El determinismo puede definirse como doctrina o teoría que afirma que todos los fenómenos o acontecimientos están determinados por algún motivo. Esto implica entender la realidad como la consecuencia directa de una causa. El determinismo dice que los fenómenos o sucesos son causados por situaciones precedentes o por leyes naturales o sociales. Todo tiene un propósito, todo tiene un orden, está determinado. Mientras la causalidad es el principio y origen de algo. El concepto se emplea para nombrar la relación entre una causa y efecto. La causalidad y el determinismo establecen que todo está causalmente determinado gracias a la irrompible relación causa-efecto, lo que hace determinar en algún sentido el futuro.
“Con el fin de ser esclavizado, al hombre negro se le negó la calidad de ser humano; desde su captura se le trataba como a un animal so pretexto del color de la piel y su calidad de “salvaje”. Una vez detenidos eran conducidos a fortalezas y calabozos en espera de las embarcaciones en las que, de acuerdo con algunas crónicas, ni siquiera podían ponerse en pie. El traslado hacia las Indias Occidentales no era menos miserable: encadenados de dos en dos, pierna derecha con pierna izquierda y mano derecha con mano izquierda, cada esclavo disponía de menos espacio que un cadáver en un ataúd…En este marco de apogeo francés se produce el Código Negro en 1685, documento que recopilaba sistemáticamente las directrices para la trata de esclavos negros. Este texto representa el fruto aciago del pensamiento racial del hombre blanco europeo y la culminación de un proyecto inhumano de grandes dimensiones de la poderosa nación francesa”.
Antes de la llegada del cristianismo, los africanos habían desarrollado religiones animistas mágicas que estaban pobladas de demonios. Los misioneros católicos en África dan cuenta de la tremenda actividad sobrenatural oscura en el continente.
Cuando los esclavos de África Occidental fueron traídos a una América colonizada por los cristianos europeos, vinieron con sus culturas y religión. De Togo y Benin vino el vudú. De la cultura de Yoruba de Nigeria llegó lo que luego se convirtió en la santería. Y el palo mayombe del Congo, por muchos considerado una de las formas más temidas y poderosas de la magia negra. Estas religiones populares afroamericanas enfatizan las practicas mágicas diseñadas para traer buena suerte a sus devotos o para dañar sus a enemigos. Las ceremonias más importantes a menudo incluyen la ofrenda ritual de animales y peor aún, por ejemplo, la religión afroamericana es mucho más importante en Haití y Cuba que el cristianismo verdadero.
Estos cultos hacen uso de velas, ídolos y amuletos. Se comunican con los muertos y tienen ritos de magia blanca y de magia negra. La santería está oculta bajo una simulación de la práctica del cristianismo. En Cuba su Dios central Olodumare fue enmascarado como el Dios Todopoderoso y sus deidades menores Orisha, fueron escondidas bajos los santos cristianos, lo que permitió a los africanos conservar su fe nativa al tiempo que parecían convertirse al cristianismo aunque solo en apariencia.
“Buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder. Poneos las armas que Dios os da, para poder resistir a las estratagemas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso, sino contra los principados, autoridades y poderes que dominan este mundo de tinieblas, contra las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal…” Efesios 6, 10-20
Consagración al demonio:
En Haití el 70 % de la población es católica y el 30% protestante, y la casi totalidad practica el vudú. Poca gente sabe que es el único país del mundo que fue consagrado explícitamente a los espíritus del mal, al demonio.
Todo comenzó el 05 de diciembre de 1492 cuando las tropas españolas de Cristóbal Colon desembarcaron en la isla que llamaron la española. Dos años después cuando regresa Colón encuentra a todos los habitantes del Fuerte Navidad asesinados por los indígenas. Y en 1697 la corona española cede formalmente la parte occidental de la isla a Francia, transformándose en la principal colonia francesa y posiblemente la más rica colonia europea debido al cultivo y comercio de azúcar, café, madera, tabaco, entre otros.
La población de Haití está compuesta por esclavos traídos desde la costas occidentales de Africa, Togo, Benin, Ghana, Nigeria. Y como dato central hay que resaltar que toda esta población africana trajo además sus costumbres culturales y étnicas, en especial su religión: el vudú y sus variantes.
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8)
En la religión vudú se cree en la vida después de la muerte, y en la existencia de una serie de jerarquías espirituales, algunas malignas y otras benignas que interfieren en el mundo terrenal. La mediación se hace por un sacerdote de ritos ocultos y misterios llamado houngan, y si usa la magia negra se llama bokor. Este sacerdote consigue curaciones, obtiene ciertos secretos y tiene “poder sobre la naturaleza”.
En la creencia vudú se estima la existencia de los zombis que son el resultado de un sortilegio provocado por el brujo bokor transformando a personas vivas en sus esclavos particulares. El zombi es un muerto viviente, pierde su voluntad y realiza todos los actos que le ordena el brujo. Los bokor también pueden producir la muerte a distancia, la enfermedad o la desgracia mediante la utilización de un muñeco clavado con alfileres y otras técnicas. También practican la adivinación, la interpretación de sueños y la utilización de pociones mágicas que pueden tener doble dirección. Pociones por ejemplo que se hacen para hechizos de amor y pociones para producir la muerte y desgracias.
“Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. (1 Timoteo 4:1)
Corría el año 1791 cuando el poderoso sacerdote vudú bokor de nombre Dutty Boukman (también llamado Boukman Dutty, Boukmann o Zamba Boukman), encabezó un alzamiento general para poner fin a la esclavitud de su pueblo en una ceremonia vudú en la población de Bois-Caïman, y en 1903 hizo una ceremonia de pacto con los espíritus malignos, donde en nombre de todo el pueblo haitiano, consagraba a su país Haití y a sus moradores a los espíritus malignos ósea al diablo, con un pacto de compromiso por 200 años, ofreciéndoles adoración, y a cambio pedían la liberación de los lazos opresores de sus amos, los blancos franceses. Habría una señal que daría comienzo a la revolución, sería el fuego prendido a centenares de plantaciones de caña de azúcar.
El 01 de enero de 1804 se proclamó la independencia de Haití. Fue el primer país latinoamericano en independizarse y donde se abolió la esclavitud. Pero si bien Haití se desprendió de la deleznable práctica de la esclavitud, comenzaron a sucederle desgracias.
“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12:9)
Se sucedieron gobernantes a cual más desalmado y corrupto, quizás el más sanguinario haya sido Francois Duvalier, Papa Doc, cuya dictadura duró treinta años, de 1957 a 1986, tuvo como comandante y jefe de la milicia al brujo bokor Zacharie Delva e hizo al vudú la religión oficial. Los Tonton Macoute una policía con tintes esotéricos sembró el terror en el país. Y muerto Papa Doc Duvalier le sucede su hijo Jean Claude Duvalier durante otros 29 años, con el mismo sistema y los Tonton Macoute. Mientras tanto la población sigue practicando el vudú y las desgracias siguen produciéndose.
En 1988 surgen las primeras elecciones semidemocráticas, pero hay un golpe de estado tras otro permanentemente. Y llega el año 2003 donde se vencieron los 200 años de consagración de Haiti al maligno. Entonces los practicantes del vudú de magia negra proponen consagrar nuevamente a Haití al demonio el 14 de agosto de 2004. Mientras tanto miles de cristianos haitianos se unieron en oración para reparar y desagraviar a nuestro Señor, para contrarrestar de esa forma la ceremonia del pacto vudú que se iba a realizar.
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10: 1)
Cuando llegó el día los practicantes del vudú se reunieron en el mismo sitio donde se había realizado el pacto original en 1803, que les dio la victoria sobre los franceses. Los espías reportaron que habían traído multitud de animales: cerdos, perros, cabritos, pollos, etc., para hacer sacrificios, pero de pronto surgió mucha confusión. Discutían y al final la gente se desbandó sin que se realizara el sacrificio sangriento. Y esto se atribuye a la fuerza de la oración. Sin embargo, el 01 de enero del 2005, el día nacional de la independencia, se renovó el pacto con el demonio también por otros 200 años.
“Este tipo de demonio sólo se combate con ayuno y oración” (Marco 9:29)
Referencias:
Almeida (2013). Muerte, muertos y “llanto” palero: https://bit.ly/3xTxZPc
El Nacional (2021). Guerra espiritual. https://bit.ly/3j71oRI
Foro de la Virgen (2021). Batalla espiritual contra la santería: https://bit.ly/3jc5Hev
Radio Fe y Alegría (2021). Guerra espiritual: https://bit.ly/3gSppdA
Marín, Daniel Jacobo (2010). Código negro francés: https://bit.ly/2U5GTKQ
Romero, Vicente (2017). Vudú y miseria en Haití: https://bit.ly/35SiomI
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2021. Pedro Morales. [email protected] @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028