Luis Enrique Piña, analista y economista jefe de la firma Buniak & Asociados, considera que aún cuando la reactivación de Chevron es mínima y el impacto pueda ser poco, conceder la licencia para empezar a operar es un primer paso positivo para la industria y el país.
“Es un primer gran paso en la recuperación de la producción petrolera del país: vamos a tener la posibilidad de que Chevron reinicie operaciones de explotación y producción”, dijo.
No obstante, Piña dejó en claro que hay que tomar con pinzas las expectativas y los beneficios que pueda generar el reinicio de las operaciones.
Apuntó que la continuidad de la actividad de Chevron, así como la sostenibilidad de cualquier plan de recuperación de la industria petrolera, dependerá de la negociación política que actualmente sostiene el oficialismo con la oposición venezolana en México.
Impacto en la economía regional
Estimó que para el primer mes del 2023 Chevron comenzaría a operar y a corto plazo se podría empezar a producir, al menos, 60 mil barriles diarios.
De acuerdo a sus señalamientos, la producción petrolera actualmente se calcula en más de 600 mil barriles diarios. Es decir, que probablemente se aumente el 10 % de la producción si se produce la cantidad esperada.
“Esto sin duda es un impacto positivo en la cadena de valor y los distintos sectores económicos en los estados donde están los pozos petroleros”, aseveró, dando como ejemplos a Zulia, Monagas y Sucre.
Si bien considera que habrá un impacto económico favorable, se tiene una deuda con las empresas mixtas que hay que atender y se debe reinvertir el dinero para ir recuperando paulatinamente la producción.