El Departamento de Energía de Estados Unidos puso a disposición la supercomputadora más poderosa del mundo para ayudar en la lucha contra el coronavirus.
Con ella lo que se busca es realizar simulaciones para reducir el rango de variables potenciales, y examinar cómo reaccionan las diferentes variables con diferentes virus.
Por eso es más sencillo analizar cada una de estas variables individuales que está compuesta por millones o incluso miles de millones de datos únicos, supliendo la necesidad de ejecutar múltiples simulaciones, algo que consume mucho tiempo utilizando hardware básico.
Utilizando Summit, los investigadores fueron capaces de simular 8.000 compuestos en cuestión de días para modelar elementos que podrían afectar ese proceso de infección al pico del virus, y han identificado 77 compuestos de moléculas pequeñas, como medicamentos y compuestos naturales, que han demostrado el potencial de afectar la capacidad de COVID-19 para acoplar e infectar las células huésped.
Desde que debutó Summit como la supercomputadora más poderosa del mundo en 2018, ha cimentado su título impulsando investigaciones pioneras para ayudar a entender los orígenes del universo, ayudando a entender la crisis de los opioides, y mostrando cómo los humanos serían capaces de aterrizar en Marte.
Con información de Blu Radio