Este jueves 30 de noviembre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el de Estados Unidos, Joe Biden, conversaron vía telefónica sobre las tensiones en Ucrania.
Durante 50 minutos discutieron las garantías de seguridad que Moscú le ha pedido por escrito a Washington y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por la concentración del Ejército ruso en las fronteras de Ucrania y las acusaciones de los funcionarios ucranianos sobre el despliegue de 100.000 soldados.
Rusia negó que esté planeando invadir a Ucrania, su país vecino, pues solo estarían movilizando sus tropas para unos ejercicios militares, pero Estados Unidos amenazó con imponer sanciones «nunca antes vistas por nadie» por este hecho.
El presidente ruso afirmó que una nueva partida de sanciones contra Moscú podría llevar a la «total» ruptura de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki reseñó en un comunicado que Biden urgió a Rusia a reducir las tensiones en Ucrania. «Dejó claro que Estados Unidos y sus aliados responderán decisivamente si Rusia invade más Ucrania».
En caso de que continúe la escalada en la frontera con Ucrania los países occidentales «adoptarán sanciones a gran escala por vía económica, financiera y militar», afirmó a la prensa rusa Yuri Ushakov, asesor del Kremlin de Moscú.
Putin dijo que unas eventuales sanciones serían un «error colosal» y también insistió en varias ocasiones que Moscú se comportará como Washington se comportaría si alguien desplegara «armamento ofensivo cerca de las fronteras estadounidenses».
Con información de EFE, la BBC Mundo y Deutsche Welle.