Efectivos del CONAS habrían asesinado a albañil dentro su casa en Táchira

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José Manuel Rodríguez, asesinado
Cortesía

José Manuel Rodríguez Pacheco, de 37 años, fue asesinado presumiblemente por efectivos del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) de la GNB, minutos después del allanamiento de su vivienda en la población de San Juan de Colón, estado Táchira.

La denuncia sobre la presunta ejecución extrajudicial fue realizada por varios allegados a José Manuel Rodríguez Pacheco. Relataron que él se encontraba dentro su casa con su familia, cuando arribaron, a las 3:15 de la tarde, del miércoles 1 de septiembre, al menos 15 funcionarios, entre hombres y mujeres, que rodearon a la humilde casa, situada en el barrio Caño e` Guerra, del municipio Ayacucho.

José Rodríguez, padre de la víctima, relató que lo primero que hicieron los efectivos del CONAS, fue sacar de la casa a la esposa de José Manuel junto a sus dos hijos y subirlos a una de las camionetas, para alejarlos del sitio donde luego lo acorralaron.

“Lo encañonaron ahí y lo mantuvieron encerrado en una pieza, es una vivienda con una sola puerta de entrada, ahí duraron 15 minutos con él encerrados adentro, cerca de 10 efectivos. A nosotros no nos dejaban acercarnos y nos mantenían a 20 metros. De pronto, salieron 10 guardias y empezaron a disparar al aire y gritaban: se voló, se voló, un enfrentamiento. Así fue como lo mataron adentro“, refirió el señor José Rodríguez.

Describió que luego de que lo tirotearon, duraron como 15 minutos para sacarlo de la residencia, y les manifestaron a los presentes en las adyacencias de las escena, que lo llevarían para el hospital Ernesto Segundo Paolini a fin de brindarle primeros auxilios.

“Lo sacaron entre cuatro hombres, sostenido de pies y brazos, como un perro, lo montaron en una camioneta Cherokee, color azul, y a los 200 metros de distancia de la casa, los vecinos escucharon otra detonación más”, relató el papá.

Aún iba con vida cuando lo sacaron

Sus familiares presumen que José Manuel iba con signos vitales aún, pero el sonido del impacto de bala les hace pensar que los uniformados le terminaron de segar la vida en la vía al centro asistencial.

El progenitor contó que los funcionarios disparaban algunas armas cortas, y los que portaban fusil solo cuidaban que los vecinos y los familiares no se acercaran a la casa. Los funcionarios vestían jean y franela negra con una gorra que les identificaba como CONAS, entre ellos al menos 5 mujeres.

“Mi hijo fue asesinado, le metieron dos tiros, como a un metro de distancia”, expresó el papá de José Manuel.

Los familiares salieron detrás de la camioneta en la que llevaban el cuerpo del joven hacia el hospital, pero no los dejaban acercarse. Incluso, un funcionario del CONAS le ofreció golpes al padre de José Manuel por querer saber sobre la integridad de su hijo.

“¿Cómo pueden decir que es un enfrentamiento si ellos sacaron a la mujer con los niños de la casa?”, se preguntó el pariente.

Denunció que en San Juan de Colón este organismo militar funciona como un grupo de exterminio.

La casa quedó con tiros en paredes y puertas

En la vivienda, que se encuentra en obra negra, quedaron los huecos de los impactos de bala que recibió el hombre. Uno en una pared y otro en una puerta de hierro.

Los allegados denunciaron que le sembraron un arma con tres balas percutidas y una sin percutir. Además, los funcionarios del Conas se llevaron la moto de José Manuel, de la cual su familia tiene los documentos.

Foto: Lupa por La Vida

José Manuel Rodríguez Pacheco tenía 4 meses de haber arribado de Colombia, explicaron los allegados, y no portaba ningún armamento.

Romer Rodríguez, hermano del fallecido, dijo que a José Manuel nunca lo llamaron por el apodo de «Loco», como indicó la versión del Conas publicada en medios regionales.

La víctima estuvo detenida a mediados del año 2017 por porte ilícito de un arma, y en 2018 tuvo problemas cuando le localizaron unos metros de cable de TV que había recogido porque le cortaron el servicio de televisión por suscripción.

Por ello le, aplicaron una pena por tenencia de material estratégico, explicaron los cercanos. Pero en esa ocasión estuvo pocos días privado de libertad y cumplió su pena bajo medida de presentación.

Foto: Lupa por La Vida

Exigen justicia

“Nosotros exigimos justicia porque fue una muerte injusta, porque si él hizo lo que ellos dicen, él es un ser humano igual que nosotros, que debería tener una oportunidad y para ello son organismos que se supone deben dar seguridad a la gente, no matarlos así, para eso existe la cárcel”, exigió Romer.

Incluso, a la esposa de José Manuel, sus hijos de 6 y 10 años, y al hermano Romer Rodríguez, se los llevaron detenidos al Comando de la Guardia Nacional Bolivariana en Colón.

A este último porque pensaron que estaba grabando con un teléfono; allí permanecieron durante tres horas en medio de palabras obscenas, denunciaron los allegados.

José Manuel Rodríguez, luego de que llegó de Colombia se dedicaba a la albañilería. Deja dos hijos huérfanos.

Su papá recordó que su hijo y su núcleo familiar a veces se acostaban sin comer. Manifestó que de estar cometiendo fechorías al menos se le hubiese visto comida, pero por el contario, le tenía miedo a meterse en problemas con la justicia.

Otro miembro de la familia fue ejecutado en enero

En la familia Rodríguez es el segundo caso de presunta ejecución extrajudicial, pues en la noche del 6 de enero de 2021, a las 9:30 pm, funcionarios también del Conas, arribaron a la casa de José Rodríguez padre, y se llevaron de los cabellos a su nieto Jesús Maikel Granados Rodríguez, con la excusa de que lo llevarían a interrogarlo.

La nefasta noticia fue que al día  siguiente, el cuerpo de Jesús Granados apareció con impactos de bala en la trocha de La Virgen, en Guarumito, al lado del cuerpo de otro hombre.

“Los funcionarios del Conas le partieron la cabeza a mi nieto, como 10 centímetros, esa noche  de un cachazo, y a mí me toco limpiarlo. Otro funcionario le dijo: ¿ahora cómo lo vamos a presentar?”, conto José Rodríguez.

Los familiares se enteraron de la muerte a través de los medios de comunicación colombianos. Jesús Maikel también tenía poco tiempo de haber llegado de ese país.

Ante todo lo que han vivido sus seres queridos, José Rodríguez dijo que el CONAS es un grupo que no respeta nada.  “¿Cuál banda El Ratón? Esa banda no existe”, al negar la versión oficial de la unidad militar. 

Este es un trabajo especial de Lupa por La Vida, proyecto de monitoreo de violencia policial y militar del Centro Gumilla y Provea