Residentes de la comunidad Santa Marta, en El Salvador, celebraron el 10 de octubre el 36 aniversario del retorno a este espacio.
La información que fue difundida a través de Contacto Sur, un compacto informativo internacional que transmite Radio Fe y Alegría Noticias en Venezuela. El mismo reseña que antes de ese momento estuvieron exiliados u obligados a abandonar sus tierras debido al conflicto armado que vivía la región.
La historia de la celebración de este retorno se remonta al 17 de marzo de 1981 en la comunidad Santa Marta, municipio de Victoria, Cabañas, que se vio obligada al exilio. A partir de la mencionada fecha, los residentes de Santa Marta de El Salvador fueron ubicados en Mesa Grande, Honduras.
La gestión de su ubicación fue realizada por las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), quienes instalaron campamentos para acogerlos.
Apenas iniciaba la Guerra Civil y la represión era fuerte. Había que tomar una decisión, aunque ésta implicara dejar sus hogares y lo que con tanto esfuerzo habían construido.
Luego de fortalecer sus procesos organizativos, la comunidad tomó otra decisión trascendental: la de retornar. Así, el 10 de octubre de 1987 decidieron volver a El Salvador para repoblar su tierra aún en tiempos de guerra civil.
Los habitantes de Santa Marta son especialmente reconocidos por convertirse en un ejemplo de organización comunitaria. Sus modos de gestión de vivienda, salud, educación y comunicación popular, entre otros logros, fueron ejemplares y vistos como modelo de organización social.
Santa Marta: celebración y recuerdos
A propósito de un nuevo aniversario de esta fecha, sus residentes han organizado varias actividades con el eslogan 36 años construyendo comunidad con dignidad.
El 10 de octubre organizaron un acto central para conocer esta parte de la historia tan trascendental por el retorno a las tierras que ya ocuparon antes.
“Santa Marta somos hombres, mujeres, niñas, niños, jóvenes, ancianos y ancianas que han sido y seguimos siendo protagonistas de grandes procesos de resistencia, los cuales han sido posibles por una condición indispensable: el habitar un espacio donde la propiedad de la tierra es común, y desde ahí hemos podido construir y mejorar nuestros propios caminos”, dijo una vocera de la comunidad.
En el acto central también intervino Gerardo Leiva, uno de los más connotados líderes y conocedor de esta historia. Leiva habló de lo que significó para la comunidad regresar de los campamentos de Mesa Grande, Honduras, a Santa Marta, en el El Salvador, aún en tiempos de guerra civil.
“Veníamos un poco triste porque sabíamos que todavía había una guerra en nuestro país, pero a pesar de todo lo que había en esa época, la comunidad siempre estuvo unida y en disposición de continuar la lucha que traíamos siempre”, expresó.
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