Miguel de Oliveira, S.J., asistente eclesiástico nacional de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) en Brasil, se refirió al Sínodo de la Sinodalidad que promueve el Papa Francisco, asegurando que se ha convertido en un proceso de escucha y diálogo, sobre todo porque tradicionalmente en este proceso se ha integrado a los obispos para discutir sobre temas importantes de la Iglesia, pero el santo padre propuso que ahora fuese una escucha reflexiva integrando al pueblo de Dios.

El padre Oliveira contó que llevan más de tres años en este proceso de escucha, donde se han registrado varias novedades; entre ellas, precisamente que en la reunión de obispos que ocurrió en Roma han participado personas que no son obispos, algo que ocurre por primera vez.

“Y esta reunión de Roma ha sido preparada de manera local: cada diócesis y cada parroquia fue invitada a escuchar, por lo que fue más amplia”, expresó Oliveira en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias.

Otro aspecto innovador es que se registró la participación de mujeres laicas que, aunque ya formaban parte de la Iglesia, en esta ocasión sus opiniones fueron tomadas en cuenta.

“Vamos a escuchar el Espíritu y ver qué es lo que nos dice el Espíritu. La Iglesia se pone a escuchar el Espíritu y las señales del mundo y la realidad, para poder responder a los desafíos”, explicó Oliveira.

Otra característica importante que mencionó el padre Oliveira, es que se cambió la forma de hacer las reuniones para la escucha. “En vez de un auditorio, se hicieron en círculo en grupos pequeños”, contó.

El también coordinador del Núcleo Apostólico en Brasilia indicó que la gran novedad que ha visto es una Iglesia que se abre a la escucha, “y estos procesos suponen esta apertura para escuchar a las personas e involucrar a todos”.

La participación de laicos y laicas

Miguel de Oliveira, S.J., insistió en que la real novedad ha sido la participación de los laicos y las laicas “porque la Iglesia no está hecha solo de curas y obispos”, pues “las parroquias, las iglesias y los movimientos los sostienen son laicos y laicas”.

Explicó que todo bautizado es partícipe en la Iglesia. “Eso está en los documentos, pero el Papa Francisco quiere saber cómo se reconoce este papel, pensar en la Iglesia que dialoga con el mundo, la cultura, la política, con todo lo que compone la vida del ser humano… de una Iglesia más abierta”.

En ese sentido, señaló que otra novedad es que hay una atención especial a quienes se sienten excluidos. “Muchas personas que no van a la Iglesia, por muchos problemas, ven a la Iglesia como una institución muy vieja que no está en diálogo con la juventud, las mujeres y otras categorías de las personas que se sienten ignoradas”, detalló Oliveira.

El padre insistió en que el Papa Francisco “nos forja a que tenemos que ser como Jesús: escuchar a todos”.

“Y el sínodo propone que cada conferencia de obispos de cada país o continente, pueda poner o compartir el proceso del sínodo en pequeñas comunidades e involucrar a todos”, puntualizó, al tiempo que agregó que este proceso ha brindado la posibilidad de construir una Iglesia más inclusiva.

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