Ernesto Romero, obispo de Delta Amacuro, ve con preocupación la actual crisis económica en la que se encuentra Venezuela y, según él, esa misma preocupación la mantiene la iglesia.
Romero asistió recientemente a una asamblea ordinaria en la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en Caracas, en la que su finalidad fue poner sobre la mesa los desahogos del pueblo venezolano y de cómo actuar desde la iglesia en función de brindar esperanza.
Monseñor dice estar consciente de que el país no pasa por un buen momento económico, pero confía en que sí se puede ver a una Venezuela contenta, aunque es necesario que todos aporten ideas y propuestas sinceras para el desarrollo del país.
«Hay que ser conscientes de las realidades, de la situación económica, social, política en la que vivimos y de presentar alternativas también, que entre todos podamos construir un país», expresó. «Es posible una Venezuela en la que todos estemos contentos, pero eso requiere que todos seamos honestos, correctos en nuestro actuar».
La máxima autoridad de la iglesia Católica en el Delta, lamenta que las familias venezolanas no se puedan sostener por medio de sus trabajos y sus salarios. A su juicio, se trata de sueldos que no alcanza “para la comida del día”.
«El sueldo no da para comer un día, es una realidad que no se puede tapar con un dedo», indicó.
Si bien, reconoció que hay sanciones que complican una progresiva estabilidad económica, dijo que antes de ello el sueldo ya era muy bajo. Además, manifestó que Venezuela tiene la capacidad de hacerle frente a estas coyunturas y brindar un salario digno que demanda cada trabajador.
Sobre las manifestaciones de calle del sector educativo, expresó que la iglesia está muy atenta a todo lo ocurre en torno a ellas. Confesó que la iglesia también se suma a estos reclamos que no es más que una exigencia de sus propios derechos.
“Es una profesión muy importante. Son constructores de justicia, son maestros en el bien obrar. Amar es educar, educar es amar. Llamo a la responsabilidad de docentes, de atender, acompañar, educar, pero al mismo tiempo llamo al gobierno para que se le reconozca sus justos derechos. En Venezuela hay recursos para hacerle frente a las demandas de todo aquel que trabaja honestamente”, opinó.
De la misma manera pidió al pueblo venezolano actuar de una manera positiva en sus luchas de calle, además de también plantear propuestas que lleven a la recuperación económica del país.
“Sí, estamos en una situación donde hay sanciones económicas, pero es que ya desde antes los maestros ya venían siendo mal pagados. Hay que sentarse, nada se hace con gritos, críticas, señalamientos. Hacemos un llamado al pueblo venezolano para que juntos seamos conscientes de esta realidad y nos encaminemos hacia un progreso que realmente nos saque de este pozo en el que nos encontramos muchas familias. La iglesia llama al gobierno al encuentro, al diálogo, a la comunión sincera”, expresó.
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