Elizabeth: una informática que en Machiques la crisis la llevó a convertirse en costurera

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Elizabeth Machiques
Elizabeth de García/Foto: Marelvys Retamoza/Radio Fe y Alegría Noticias

La situación actual que abraza al mundo entero desde hace casi dos años porla COVID-19, aunado a una complejidad socioeconómica que existe en Venezuela, son escenarios de la amplia búsqueda de alternativas del ciudadano de este país para sobrevivir y sostener a sus familias.

En la región occidental del país sus ciudadanos se han visto de alguna forma más afectados por las difíciles circunstancias precariedades por la falta de gasolina, constantes apagones y escasez de empleos dignos.

Específicamente en la zona fronteriza del estado Zulia, en el municipio Machiques de Perijá, donde vive Elizabeth de García, una ingeniera en informática que no le tocó otra opción que consolidar sus dotes de costurera para proyectar un emprendimiento propio y batallar en contra de las dificultades que destacan en esta localidad.

Elizabeth tiene 30 años de edad, es casada y tiene un hijo de apenas 4 años. En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias afirmó que se le ha sido imposible ejercer su profesión por la poca posibilidad de un buen empleo.

De hecho, al comenzar el desarrollo de la pandemia optó por desarrollar sus conocimientos como costurera para poder tomarlo como un trabajo y montar su emprendimiento.

Elizabeth en su taller/Foto: Marelvys Retamoza/Radio Fe y Alegría Noticias

Todo es posible para el que cree

“Soy costurera, no pude ejercer mi profesión ya que las posibilidades de un buen empleo no me lo permiten, tampoco vale la pena estar en un empleo donde cumpla un horario y no ganar lo suficiente para cumplir mis necesidades”, puntualizó Elizabeth de García.

En su testimonio agrega que «la costura me gustó desde niña, terminando mi carrera comenzó la dificultad financiera y comencé a coser en mi casa, cuando la crisis arreció más ya no lo empecé tomar por amor al arte, sino por trabajo”.

La ingeniera contó que su talento por confeccionar prendas y vestimentas dio un salto importante en el tiempo de pandemia, cuando muchos familiares cercanos quedaron sin trabajo, y destacando que la costura es un empleo doméstico, le sacó provecho para ayudar económicamente en el hogar.

“En ese tiempo estuve pensando qué hacer. Mi esposo iba a quedar sin trabajo y con ayuda de mis familiares comenzamos a hacer tapabocas, llegué a contar unos 2 mil para varios negocios y también familias que se veían beneficiadas porque los vendíamos a buen precio y logré conocer nuevos clientes y actualmente tengo un local para extender el emprendimiento”, detalló Elizabeth, quien actualmente goza de un reconocimiento particular por su trabajo.

Elizabeth de García envío un mensaje a todos los venezolanos en este tiempo de Navidad y Fin de Año, de que si se puede seguir adelante, pese a las dificultades: “Yo ahorita no cuento con una máquina especial o profesional, pero con lo poco que tengo estamos trabajando y queremos seguir avanzando en este proyecto, no porque tenga una máquina pequeña nos vamos a desanimar y todo es posible para aquel que cree”, concluyó.

Por José David Ferrer/Radio Fe y Alegría Noticias

Fotos: Marelvys Retamoza/Radio Fe y Alegría Noticias