Al oeste de Maracaibo están esperando las cajas CLAP

149
Cajas CLAP

Aunque la distribución de las cajas CLAP inició hace varias semanas en el estado Zulia, hay comunidades a donde todavía no llegan.

Gaby Portillo, habitante de la comunidad Rafael Urdaneta, ubicada en la parroquia San Isidro al oeste de Maracaibo.

Dijo que están preocupados por la situación económica porque que no les alcanza para comprar la comida en los abastos.

Aseguró que están necesitando las cajas CLAP más que nunca, por lo que hacen un llamado a las autoridades para que les atiendan.

Gaby es obrera y dijo a Radio Fe y Alegría Noticias que la harina de maíz precocida en los abastos de la zona cuesta entre 90 mil y 100 mil bolívares soberanos.

Asimismo, destacó que un kilo de queso está costando 500 mil bolívares soberanos, siendo este el acompañante preferido de la arepa para los zulianos.

En la comunidad Rafael Urdaneta habitan más de 1500 familias, mayoritariamente de la etnia wuayuu y de escasos recursos.

Son las mismas características de la población de las comunidades vecinas El Carmen y El Potente.

Ninguna de estas comunidades ha recibido las cajas CLAP hasta la fecha.

La parroquia San Isidro es una de las más alejadas de los centros de actividad comercial de Maracaibo.

Está ubicada en al oeste en el límite con el municipio Jesús Enrique Lossada, por lo que la falta de transporte público en medio de la cuarentena dificulta aún más la posibilidad de tener alternativas para adquirir alimentos.

Y aunque dicen que las cajas CLAP no representa una solución definitiva para las familias, estas aseguran que es un alivio que en algo ayuda a paliar la situación.

La Gobernación dice avanzar en la entrega de cajas CLAP

El pasado sábado, el Secretario de Alimentación del Zulia, Rafael Bracho, dijo que están atendiendo a las comunidades indígenas para la distribución de las cajas.

Y aseguró que se seguiría avanzando junto al poder popular en la distribución de estas cajas y combos CLAP en las comunidades zulianas.

Esto, dicen las autoridades, con la intención de garantizar que la población pueda quedarse en casa acatando la medida de cuarentena impuesta ante la pandemia por la COVID-19.