En Francia cientos de miles de personas marcharon contra «dictadura sanitaria»

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Foto: Michel Eulen

Las protestas en Francia por parte de los ciudadanos en contra de lo que han llamado la «dictadura sanitaria» siguen en curso. Este sábado 17 de julio unas 114 mil personas marcharon en diferentes ciudades del país para protestar contra nuevas medidas anticovid, como la exigencia de un certificado sanitario o la vacunación obligatoria para algunos profesionales.

El presidente francés Emmanuel Macron anunció el lunes la obligación de vacunarse para el personal sanitario y otras profesiones, y la necesidad de poseer un certificado sanitario conforme la persona está vacunada o es negativa de COVID para acceder a la mayoría de lugares públicos a partir de agosto.

 «Libertad», «No a la dictadura sanitaria», «Macron renuncia», gritaban miles de manifestantes congregados a orillas del río Sena, en el centro de París, en una de las tres protestas celebradas en la capital.

Entre los manifestantes proliferaban las banderas francesas y algunos llevaban estrellas amarillas, como las que se obligaba a llevar a los judíos en la Alemania nazi, con la inscripción «certificado sanitario».

«Estamos en una dictadura, estamos en una tiranía (…) Esto se llama apartheid entre vacunados y no vacunados», dijo el destacado político ultraderechista Florian Philippot, que se encontraba en la cabecera de la marcha.

También hubo concentraciones en ciudades como Marsella, Niza, Toulouse, Lilla o Estrasburgo.

Por su parte, Macron parece mantener su decisión. Ha dicho que «estoy a favor de la línea francesa ahora mismo. Ya no tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la adolescencia de mis hijas, así como su derecho a estudiar adecuadamente, por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se queda usted en casa , no nosotros».

La deciisón establece que quienes no se vacunen ya no podrán ir a restaurantes, cafés (a partir de principios de agosto), cines y museos (a partir del 21 de julio) y subirse a aviones o trenes (nuevamente a partir de agosto).

Alternativamente, tendrá que presentar una prueba negativa, que dejará de ser gratuita (49 euros por el PCR, 29 por el antígeno). Macron luego anunció la obligación de vacunación para el personal médico y para quienes trabajan en contacto con personas frágiles.

Desde el 15 de septiembre, una enfermera que se haya negado a vacunarse ya no podrá ir a trabajar y recibir un salario. «No podemos hacer que quienes tienen el sentido cívico de vacunarse carguen con la carga de los inconvenientes», dijo Macron.

«Las restricciones pesarán sobre otros, aquellos que por razones incomprensibles en el país de Louis Pasteur, la ciencia y la Ilustración todavía dudan en utilizar la única arma disponible contra la pandemia, la vacuna». «Soy consciente de lo que te estoy pidiendo – dijo – y sé que estás listo para este compromiso. Esto es, en cierto sentido, parte de tu sentido del deber».

Con información de DW y otras agencias de información