Aunque seguir con las tradiciones navideñas es casi imposible para muchos, en Maturín, las ganas de compartir persisten en las familias.
Debido al excesivo costo que representa para una sola persona preparar una cena navideña, los gastos se reparten entre varios con la finalidad de que, aunque sea poco o a medias, no se pierda la costumbre de sentarse a la mesa a compartir.
Un ciudadano que prefirió no identificarse, expresó a los micrófonos de Radio Fe y Alegría Noticias que en estos últimos años, con el incremento de la inflación y el alto costo de la vida en el país, tanto él como muchos otros venezolanos han visto cómo su poder adquisitivo ha sido eclipsado por una economía deteriorada.
En vista de esto, él y sus familiares tienen un par de años organizándose para que cada quien ponga «un granito de arena» que contribuya a la elaboración de los platos típicos de navidad.
«Uno trae una harinita, otro trae medio kilo de carne y así vamos. Todos colaboramos con lo que se puede», expresó.
Generalmente se reúnen en la casa materna, aprovechando estás fechas para ponerse al día ya que la mayoría viven dispersos, y aunque no cuentan con los mismos recursos que antes para tener todos los materiales y comodidades, los que quedan intentan hacer lo posible por continuar con las tradiciones. Todo sea para reencontrarse y no perder las buenas costumbres.
Por Dubraska Hernández | Radio Fe y Alegría Noticias
