La devastada economía de Venezuela sigue recrudeciendo la hiperinflación en Tucupita donde una gran cantidad de personas apenas dependen de nómina gubernamental.
Los comerciantes de Tucupita, capital de Delta Amacuro, dolarizaron el precio de cuanto productos ofrecen. Así han logrado sobrevivir a un inestable y devaluado bolívar.
Ellos explican que también son víctimas de una economía que no apunta a mejorar.
“Cuando vas a surtir tu negocio, resulta que te cobran en dólares al cambio o en efectivo”, explica un empresario.
Pero esta iniciativa empresarial vulnera al deltano de a pie, que justifica no poder adquirir los rubros a precio dolarizado. Apenas cobran unos 2 dólares al mes, lo que significaría la compra, este 19 de agosto, de dos harinas de maíz precocido.
La dolarización silenciosa sigue cobrando fuerzas en una Tucupita donde la mayoría de sus residentes ganan un sueldo mensual en bolívares. Este fenómeno está penetrando “a sangre fría” entre los deltanos comunes, quienes a diario deben buscar comida.
Los empresarios también sacaron a relucir sus propias trabas para dar marcha a sus emprendimientos.
Alegan tener que saldar una nómina con salarios por encima del sueldo mínimo legal para impedir que sus empleados se vayan, pero además, dicen tener que pagar impuestos a la alcaldía de la localidad, al Seniat, al Inces y a Satdelta. Todo adherido al mantenimiento de equipos y los constantes pagos, en dólares, de nuevos cargamentos de mercancía.
Silenciosamente se va imponiendo una economía dolarizada en uno de los estados más deprimidos de Venezuela.
