En Venezuela se corre un alto riesgo de que aumente el hambre aguda, dice la ONU

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Un informe compartido del Programa Mundial de Alimentos y de la Organización para la Alimentación y la Agricultura revela una dramática realidad en varios países del mundo, entre ellos Venezuela, sobre el incremento de los niveles de hambre aguda.

Según el documento Venezuela integra un grupo de 16 países en los que los índices de desnutrición crónica y hambruna han venido aumentando paulatinamente en los últimos años con especial y grave énfasis en estos tiempos de pandemia.

Cuando citan el caso venezolano, ambas organizaciones refieren que «la crisis macroeconómica, exacerbada aún más por los efectos socioeconómicos de las medidas relacionadas con el covid-19, serán particularmente preocupantes para Venezuela”.

Ya en el 2019 la FAO apuntaba que en el país más de 9 millones de personas registraban problemas de inseguridad alimentaria, lo cual se traducía, entre otros datos, que solo tenían garantizado un solo plato de comida al día.

También muestran su preocupación por los riesgos de crisis alimentaria que estaría sufriendo la población migrante venezolana en otros países como Ecuador, Colombia, Perú, Chile y Argentina.

Los sondeos del Programa Mundial de Alimentos, PMA, también reflejan que en países como Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua los niveles de consumo de alimentos han empeorado desde la pandemia de la COVID-19, con 2 millones 200 mil personas que podrían caer en una situación grave de inseguridad alimentaria, frente al millón 400 mil que había en 2019.

“Nos encontramos en un punto de inflexión con consecuencias catastróficas”, dijo Dominique Burgeon, director de la División de Emergencias y Resiliencia de la FAO, citado en un comunicado de prensa, y quien agregó que este informe indica que «hay que actuar con urgencia».

La situación de catástrofe-hambruna es la más grave de las cinco fases utilizadas por el sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) para indicar los grados de inseguridad alimentaria.

Cuando se declara esta fase extrema, significa que la gente ya ha empezado a morir de inanición, apunta el informe.