«Es importante proteger el bienestar emocional de los niños»

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La actual coyuntura propiciada por la propagación del Coronavirus en todo el mundo ha permitido que se dé una convivencia inusual en las familias.

En Venezuela esta «realidad impuesta» no ha sido la excepción.

Lo normal es que los papás estén en su trabajo y los chamos en la escuela o en la universidad.

Generalmente son cortos los espacios de tiempo en que la familia esté completamente reunida, salvo los fines de semana.

Pero ahora, ¿qué hacemos? ¿cómo respondemos, los adultos, en estas circunstancias inusuales en la cotidianeidad de las familias?

Delia Martínez es Oficial de Protección de la Unicef en Venezuela. En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias inicia acotando que esta situación también es una oportunidad para dedicarle tiempo a los niños, para tener actividades junto con ellos.

«Lo más importante es que podamos estar preparados en familia para procesar el impacto emocional que tiene la situación que se está viviendo en el mundo, y particularmente en Venezuela», señala.

Y como es muy alto el impacto emocional que esta misma situación produce por eso afirma que «hay que procurar proteger el bienestar emocional de los niños y jóvenes».

¿Y Cómo procurar esa protección?

Un elemento clave es obtener y desarrollar en el hogar rutinas con los muchachos. Es importante que se ordenen las actividades en el día. Que ellos sepan qué va a pasar el día de hoy. Qué va a pasar durante la semana. Es decir, que tengan y manejen conscientemente certeza.

Y que dentro del paquete de actividades posibles puedan jugar, pintar, leer, estudiar, bailar.

Esta «rutina de actividades.. ayuda a que conozcan las prioridades del día porque les genera seguridad. Y también se las genera a los propios padres para organizar el tiempo y les da libertad para para que puedan atender otros asuntos en el seno del hogar».

Martínez apunta que es clave que se comprenda que dentro de esas rutinas el tema no es solamente tecnología y estudios. Hay que propiciar espacios para tiempos libres de tecnología, por ejemplo. Hay muchas otras cosas qué hacer.

Desde su especialidad recomienda que se facilite el despliegue del mundo imaginario del niño. «En esa medida estamos contribuyendo a que ese estrés que se pueda estar generando en la familia se vaya distendiendo y sea bien drenado», agrega.

El uso de la tecnología en estos tiempos

Una de las alarmas que los especialistas prenden es que se le delegue la crianza de los hijos a la tecnología. Que se le delegue el acompañamiento a plataformas digitales sobre todo si no son dirigidas por los padres. Es una oportunidad para mirar y considerar estas herramientas como «aliadas».

Desde esta realidad, la Oficial informa que desde UNICEF se están compartiendo materiales que son muy útiles para las familias que pueden ser considerados y que pueden ayudar a generar ideas propias sobre actividades que se puedan generar en el hogar.

Por eso es importante que dejen a los niños participar en la generación de estas ideas novedosas. «Ellos pueden crear sus propios juegos . Es una oportunidad para aprender tanto de la situación como de la misma vida familiar en general».

En esa línea sugiere aprovechar esos talentos tanto de los niños como de los padres para abordar este momento en que nos toca conviviendo a lo interno de la familia.

Añade que se puede sacar mucho provecho de la tecnología para el aprendizaje de los niños. «

Ésta es una situación para alimentar todos los sentidos del ser humano. El visual, auditivo, el táctil. Tenemos que cuidar que en la rutina haya una paridad de experiencias que contribuyan con el desarrollo integral del niño».

¿Los papás cómo pueden abordar el mono tema del momento del COVID-19?

Delia Martínez advierte que con los más pequeños es muy importante que tengamos claros que las redes sociales y los medios de comunicación generan en algunas oportunidades, sin querer, una alarma social que es importante que estemos preparados a lo interno de las familias para afrontarla.

Muchísimas veces esa información que se difunde nos obliga a los adultos a explicarles a los niños muy pequeños situaciones que para ellos no es fácil de comprender.

Se debe procurar evitar que reciban más información que pueden procesar.

«Cuidar de exponerlos a informaciones sensacionalistas, En caso de que eso suceda decirles que eso no significa que es el fin del mundo. Se puede convertir en una oportunidad para compartir con los niños que todos somos corresponsables de la situación que estamos viviendo. Hay que conversarles en un lenguaje que ellos comprendan», apunta la Oficial.