Es la hora de la gente

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Referencial/Archivo

Aunque no era el lema oficial del foro «La Sociedad Civil responde a los desafíos de la Venezuela de 2021», organizado por la UCAB este jueves 11 de febrero, «es la hora de la gente» fue una de las ideas claves que más resonó en el encuentro virtual.

Inaugurado por el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, P. Francisco José Virtuoso, el evento contó con las ponencias de Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de esa casa de estudios, la hermana María José González, directora de Cáritas Los Teques y representante de Avessoc.

También intervinieron Luz Mely Reyes, directora del portal Efecto Cocuyo; Rafael Uzcátegui, coordinador general de PROVEA y Mercedes de Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela.

Destacaba el jesuita venezolano que pese al ambiente de pesimismo y derrotismo que se respira en Venezuela, en el país «hay mucha gente, hay muchos ciudadanos que se están haciendo cargo de lo público, del bien común».

Virtuoso enfiló esta idea en destacar que la participación ciudadana y de la sociedad civil organizada es vital para recuperar el derecho a vivir en democracia y el estado de derecho «y por eso la idea es impulsar un gran movimiento social y político» para contrarrestar los intentos cada vez más pronunciados «del cierre del espacio democrático venezolano».

Desde esta perspectiva, el sacerdote recogía como resumen final, luego de las reflexiones de los ponentes, que «es la hora de la gente, como muy bien lo recogía Luz Mely Reyes en su ponencia, y por eso la invitación es a hablar, a contar, a expresar y participar en la construcción del bien común».

En síntesis, los ponentes dieron suma importancia a la organización ciudadana, a la articulación de estrategias, respetando la diversidad de roles, talentos y carismas de las organizaciones de la sociedad, hacia el horizonte compartido en Venezuela que pasa por la recuperación de la democracia, el estado de derecho, la recuperación económica, el cese de la gran corrrupción, el respeto y vigencia de los derechos humanos.

Todos alertaron sobre la necesidad de saber sortear la política intencionada desde los espacios de poder «de fragmentarnos, desarticularnos, desmoralizarnos como lo hicieron con la dirigencia política, no podemos caer en ese error porque además nuestra vocación no es la de llegar al poder».

También, coincidieron en afirmar que es importante que entre las organizaciones no gubernamentales, ciudadanas, populares, medos de comunicación, emprendedores, gremios de profesionales y afines, surja la conciencia de construir espacios de confianza, de procesos de registro y documentación para la preservación de la memoria, del fortalecimiento de capacidades a través de la formación permanente, además de la coordinación y acción efectivas y estratégicas.