Largas colas y unidades colectivas abarrotadas producto de la escasez de la gasolina, es la realidad de quienes prefieren utilizar el escaso transporte público que se encuentra operativo en el eje norte de Anzoátegui.
Muchos prefieren caminar o usar bicicletas aunque el trayecto sea largo, antes que enfrentarse a la larga espera y exponerse al incumplimiento del distanciamiento social y el posible contagio del Coronavirus.
Ana Zambrano es residente del sector popular Molorca, ubicado cerca de la Universidad de Oriente, y contó a Radio Fe y Alegría Noticias que caminar hasta Puerto La Cruz en busca de artículos de primera necesidad se ha vuelto prácticamente una tarea de todos los días, recorriendo más de 20 kilómetros entre la ida y el regreso.
“¡Eso es horrible! Si la idea es no estar pegados y evitar aglomeraciones. Uno hace el sacrificio de no tocar pero con el gentío que le montan a uno, imagínate…”, expresó la quincuagenaria.
Así llueva
Para Francisco Ríos, habitante de la parte alta de Puerto La Cruz, resulta incongruente que ante el incremento de contagios de COVID-19 en el estado y el resto de país, permitan el abordaje masivo de las unidades de transporte público.
Él expresó que antes de exponerse al virus, prefiere caminar así lo sorprenda la lluvia en el camino.
“Los poquitos autobuses que están trabajando te quieren cobrar 25 mil bolívares, eso es más del doble del pasaje y de paso si te montan, van esos bichos hasta con gente guindada en la puerta. Así me toque mojarme prefiero caminar hasta el centro y de regreso a (al sector) Las Delicias”.
La mayoría de los usuarios encuestados coincidieron en que debe ser priorizado el transporte público en el acceso al combustible para que la colectividad pueda contar con más opciones de traslado.
Otra medida que consideran pertinente es la supervisión del abordaje del transporte público para así hacer cumplir las medidas de bioseguridad, punto clave para evitar la propagación de la COVID-19.
