Franciris Salazar, voluntaria del colegio Padre José María Vélaz de Fe y Alegría, afirmó que quienes hacen voluntariado en el movimiento consideran que este movimiento es su segunda casa.
Salazar narró en el programa Punto y Seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias que se unió al voluntariado, hace casi tres años, luego de inscribir a su hijo en el plantel de Fe y Alegría ubicado en Guanare, estado Portuguesa, cuando abrieron la convocatoria para las madres. Tras el llamado, comenzó sus labores en el área del comedor, realizando el inventario y planificando qué alimentos eran necesarios en el mismo.
A su vez, ha ejercido actividades administrativas, ayudando durante los procesos de inscripciones.
Franciris describió la experiencia del voluntariado como gratificante, ya que, apuntó, velan por una buena alimentación a los niños a su vez que apoyan a la escuela donde su niño se está formando. Agregó que los representantes están satisfechos y se siente contenta de que le hayan dado la oportunidad de ejercer su carrera, la administración.
Nada detiene a Fe y Alegría
Resaltó que ni la pandemia los detuvo a seguir contribuyendo a que los niños construyan un futuro prometedor y puedan cumplir sus sueños. Aplicando siempre las medidas de bioseguridad para evitar contagios, siguen haciendo su labor porque la pandemia no ha terminado.
De esta manera invitó a los ciudadanos a incorporarse a esta familia que trabaja en pro de la educación y el bienestar de los niños.
Fe y Alegría consta de 4 programas: IRFA, Escuela, Capacitación y Educación Universitaria. Poseen en la actualidad más de 900 voluntarios en total, con centros en toda Venezuela, por lo cual los ciudadanos pueden acercarse a la escuela, emisora o centro de capacitación más cercano a colaborar.
