Fe y Alegría no se detiene en la cuarentena

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«Al contrario, crece su compromiso con los niños, niñas, adolescentes y con las familias que han confiado su educación en nosotros».

Esta es la premisa que desde el programa Escuelas de Fe y Alegría realza su directora nacional Noelbis Aguilar.

En medio de esta situación anormal el Movimiento de Educación Popular ha desplegado estrategias con todo su personal directivo y docente para poder darle continuidad al derecho educativo desde una propuesta a distancia.

«Las cuales han sido desarrolladas en articulación a las políticas de Estado en tiempos de contingencia, tal cual como lo llama el Ministerio del Poder Popular para la Educación», precisa Aguilar.

El programa oficial «En cada familia una escuela» ha sido un referente para Fe y Alegría. Sobre esa base, la propuesta educativa de las 176 escuelas del Movimiento se ha centrado en todos los recursos con los que cuenta, considerando los diversos contextos y dificultades que tienen las familias para tener acceso al derecho a la educación.

Apunta la también educadora que «no solamente se ha echado mano de los recursos tecnológicos sino también de crear cadenas comunicacionales entre vecinos, con las organizaciones comunitarias para hacer llegar esas orientaciones pedagógicas que hace posible que todos los estudiantes de la red de escuelas de Fe y Alegría se mantengan dentro de su dinámica de enseñanza-aprendizaje y pueda continuar su ritmo de estudio de la mejor manera».

Ha sido un gran reto

Este ingente desafío se ha asumido de la mano con todo el personal docente.

Los mismos maestros han utilizado sus teléfonos, grabando clases, llamando a sus estudiantes, enviando sus mensajes de texto, recurriendo a vecinos que puedan llegar hasta estos estudiantes.

Es por esto que Aguilar asegura que «todo este tiempo de la cuarentena ha sido de un gran aprendizaje».

La respuesta, tanto de niños y jóvenes, así como de padres y representantes ha sido de mucho compromiso, receptividad y apertura. La gente también ha formado redes para tener acceso a las orientaciones pedagógicas que va dando Fe y Alegría.

«Cuando se observan las evidencias, los videos, los registros fotográficos, los testimonios de voz que van recogiendo los docentes en cada una de las escuelas, reflejan el nivel de compromiso y de corresponsabilidad en el proceso educativo», destaca la directiva.

Y agrega que los testimonios de los muchachos son realmente gratificantes y generan gran satisfacción «al percibir con gran alegría cómo ellos se han venido adaptando a esta nueva modalidad. Con mucha alegría muestran sus trabajos que van haciendo desde la casa en compañía de sus familias».

No pone duda que este es un proceso que nos va enseñando a todos que el ser humano es capaz de adaptarse a las circunstancias que le toque vivir en momentos cruciales de su vida. «Y éste es uno de ellos. Nos hemos venido adaptando a una modalidad de educación a distancia y vamos dando respuesta».

Al fin y al cabo que no queda más que agradecer todos los días el contar con la generosidad de las familias que han mostrado, una vez más, su compromiso con la educación de sus hijos de la mano con Fe y Alegría.

Pero la institución educativa no solo atiende el tema educativo. También se ocupa del socioemocional. En esa línea Radio Fe y Alegría está desarrollando campañas y una programación orientadora, «no solamente para nuestros estudiantes» sino también para toda la población para cuidar nuestra salud mental y física en una situación como ésta».

No todo es color de rosa

El gobierno nacional ha instruido a los directores de todas las escuelas en el país que se pueda garantizar el programa alimentario escolar.

Pero en este área Noelbis Aguilar no esconde los serios problemas que deben confrontar.

Reseña que «las escuelas estuvieron trabajando hasta donde les llegó el inventario de los alimentos que habían recibido por parte de nuestros socios».

Pero desde entonces se ha dificultado el poder ofrecer un plato de comida en este momento por las condiciones que tiene el país.

En algunas escuelas de Fe y Alegría el programa alimentario se ha suspendido.

«En otras se mantiene pero con la gran preocupación del alto riesgo que se presenta en estos momentos por no cumplir con los protocolos de higiene y de seguridad».

La falta de agua potable y de bombonas de gas doméstico dificultan la preparación de las comidas para llevársela a los estudiantes. Sobre todo, los más perjudicados son los más vulnerables.

Ante este panorama Aguilar propone que se busquen otras opciones creativas.

«Por ejemplo, la distribución y entrega de kits alimentarios o bolsas de comida a cada familia. La preparación se hace en la casa y a través de programas radiales o por mensajes de texto se va educando a las familias a desarrollar hábitos saludables para preservar una sana alimentación».