El papa Francisco continúa abordando de frente el espinoso tema de las escándalos de abuso sexual en todos los niveles de la Iglesia católica. Acaba de reformar una ley de 2019, integrante del derecho canónico, para ampliar las penas de la legislación eclesiástica a los laicos comprometidos que ocupen cargos de jerarquía en la estructura religiosa.
En la anterior modificación de hace casi 4 años, el Pontífice obligaba a que los religiosos señalaran a su jerarquía cualquier sospecha de abuso sexual.
Igualmente, en el texto nombrado «Ustedes son la luz del mundo», conminaba a informar de todo intento de la jerarquía católica de encubrir los abusos sexuales cometidos por un sacerdote o un religioso.
Contra niños y adultos vulnerables
En esta modificación se define que también son responsables de todo acto que atente contra niños y «adultos vulnerables» a «los fieles laicos que son o hayan sido moderadores de asociaciones internacionales de fieles reconocidas o erigidas por la Sede Apostólica».
En esta nueva versión del instrumento legal que entrará en vigencia en abril de este 2023 se amplía la definición de «víctimas y reprime cualquier acto de agresión cometido contra un menor o con una persona que tenga habitualmente un uso imperfecto de la razón o con un adulto vulnerable».
El dato
La norma, mucho más punitiva que otras, insta a los obispos de todas las diócesis del mundo «a crear un sistema que permita a cualquier persona señalar casos de abusos. Y detalla el procedimientos de las investigaciones internas en el Vaticano para un posible juicio».
Sigue todas nuestras entrevistas y la información que se produce desde las regiones uniéndote a nuestro canal de Telegram.
