El Gobierno de Argentina que lidera el mandatario Javier Milei inició un nuevo proceso de recortes, esta vez centrados en el sistema de subsidios para las tarifas de electricidad y gas natural.
La decisión del Ejecutivo viene dada como una respuesta ante las exigencias del Fondo Monetario Internacional que impone a los Gobiernos de aplicar una política de reducir el gasto público.
La medida busca acelerar la reducción del gasto público y avanzar en la desregulación del sector energético, que ya registró un recorte significativo de subsidios durante los últimos nueve meses.
Existían tres niveles de estatus
El financiamiento estatal en el sistema de subsidios en Argentina para las tarifas de electricidad y gas natural establecía tres niveles de usuarios. Los niveles eran N1, N2 y N3.
El nivel N3, es lo que el Estado cataloga como “altamente vulnerable” o población de bajo ingreso. En otras palabras, son los que que tienen una condición económica muy precaria.
Un segundo nivel denominado N2 aglomeraba a aquellas familias de “ingreso medio”, pero también con dificultades. Este grupo recibía un subsidio estatal en el pago de las tarifas de electricidad y gas natural.
Un tercer grupo estatus denominado N1 agrupa a la población cuyo poder económico es considerado alto. No obstante, el Estado no precisa en las características específicas en cada uno, sino que las definiciones tienden a ser muy genéricas.
El siguiente paso podría ser la reasignación de los hogares N2 (ingresos medios) a ser usuarios N1, es decir, usuarios con ingresos altos y perderían automáticamente todo subsidio para el pago de las tarifas de electricidad y gas natural.
Más de dos millones de hogares sufrieron un cambio de estatus
De acuerdo con datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-Conicet, más de 2.1 millones de hogares perdieron su condición de bajos ingresos entre julio de 2024 y abril de 2025.
Ahora, el Gobierno de Argentina está en un proceso de actualización del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) que inició a mediados de 2024.
El 38 % de estos usuarios pasaron directamente al nivel de ingresos más altos (N1), lo que generó un impacto inmediato en el gasto público, ya que dos tercios de los subsidios nacionales se destinan a la energía eléctrica.
La modificación de los estatus afectó a los hogares que perdieron el 70 % de ayuda en sus facturas, según el economista Julián Rojo, reseña Telesur.
Sin embargo, especialistas advierten sobre las dificultades de implementar una segmentación efectiva, especialmente en barrios vulnerables donde la infraestructura eléctrica es precaria y no existen medidores individuales.
Con información de Telesur y La Política Online.
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