El Gobierno español aprobó este sábado 14 de marzo restringir el movimiento de personas salvo para ir a trabajar, comprar alimentos o medicamentos, acudir a hospitales o cuidar a ancianos o personas dependientes.
Pedro Sànchez, presidente del gobierno, explicó que estas medidas forman parte de la declaración del estado de alarma para contener la pandemia de coronavirus, y que tendrían en principio una duración de quince días, que podrán ampliarse otras dos semanas previa aprobación del Congreso.
Desde este sábado y hasta el 26 de marzo, por lo menos, estarán cerrados todos los negocios no indispensables, lo que excluye alimentación, farmacias, kioskos, estancos y gasolineras.
Esa limitación a la libertad de circulación también tendrá otras excepciones, como el regreso al lugar de residencia habitual o por otras causas de fuerza mayor debidamente justificadas.
España es el segundo país de Europa, después de Italia, con más casos de contagiados de COVID-19 y muertes que ya superan las 130.