La Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas, CLAMOR, ha enviado un exigente mensaje a inicios de esta semana luego de que se celebrara en todo el mundo la jornada mundial por los migrantes y refugiados que promueve el Papa Francisco.
En su exhortación a los gobiernos el movimiento católico reitera que la migración y desplazamiento forzado de miles de personas en el continente tienen sus raíces en el narcotráfico, violencia, tráfico de personas, la pobreza, el desconocimiento de los pueblos originarios, entre tantas otras injusticias.
La jornada de este domingo 27 de septiembre estuvo centrada en sensibilizar a los gobiernos y las sociedades de América Latina y El Caribe sobre el dramático fenómeno de la movilidad humana.
Las migraciones están asociadas a causas estructurales
La Red señala en su mensaje que “la migración forzada y los desplazamientos internos están asociados a causas estructurales, a un sistema socio económico, político y cultural que empobrece y excluye a las grandes mayorías, generando en las comunidades violencia, tráfico y trata de personas, prostitución, explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, la venta de órganos, el turismo sexual, la pérdida de la cultura originaria y de la identidad (idioma, prácticas espirituales y costumbres), así como la criminalización y asesinato de líderes y defensores del territorio”.
En la radiografía que hacen enfatizan que en contextos de desplazamientos forzados muchas son las víctimas que resultan de los conflictos armados, de las operaciones del narcotráfico y otras formas de organizaciones criminales, como las maras y pandillas, del uso de las fuerzas de seguridad pública para intimidar, hostigar, reprimir, desaparecer y matar.
Agregan entre las causas del desplazamiento de esa masa de personas obligadas a salir de sus hogares y tierras, a las catástrofes naturales (huracanes y terremotos), sequias e inundaciones, incidentes con residuos tóxicos en aires, tierra y mar.
Al cierre del documento, exigen a todos los gobiernos de AL y El Caribe «garantizar la dignidad y los derechos de las personas en movilidad, evitar las deportaciones masivas y facilitar los procesos de regularización, sobre todo de las personas que fueron obligadas a huir de sus países. Subrayamos con el Papa Francisco que no es cristiano quien se empeña en construir muros en vez de puentes».
Para las organizaciones integrantes de la Red CLAMOR los verbos acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes, desplazados, refugiados y víctimas de trata, deben traducirse en acciones concretas y solidarias.
También llaman a combatir todo tipo de estereotipos y prejuicios que favorecen la xenofobia, la discriminación y la exclusión.
Tomado de Vatican News