La periodista de Radio Fe y Alegría Noticias y activista de derechos humanos, Graciela Portillo, compartió con los oyentes del programa Háblame Bajito los detalles de su reciente reportaje titulado “La salud de Marewa depende de Coromoto”.
Trabajo en el que se resalta la historia de Coromoto Mume, una mujer de la etnia yukpa que, ante la falta de personal médico en el poblado de Marewa, perteneciente al municipio Machiques de Perijá, en el estado Zulia, asumió la valiente labor de ser la única enfermera y partera de la zona.
Portillo reveló que la investigación no fue un plan premeditado, sino que surgió de un encuentro fortuito durante una visita al territorio para cubrir un programa de formación sobre cómo hacer pan francés, en colaboración Fe y Alegría Educomunicación y ACNUR.
En una conversación casual con Mume, esta le compartió sus anécdotas de sacrificio y servicio a su comunidad. Portillo, al conocer las condiciones precarias en las que Coromoto atiende a sus pacientes, sintió la urgencia de dar a difundir su historia al mundo.
Atención médica “milagrosa”
Mume, con 26 años de experiencia en el campo de la enfermería, tomó la dirección del Ambulatorio Rural I desde su fundación. A partir de allí ha atendido a más de 200 pacientes, muchas veces sin contar ni siquiera con equipo básico, como guantes.
Su labor es esencial en una comunidad de más de 740 personas, donde no existen unidades de transporte público accesibles, falta el agua potable, las carreteras están en mal estado y las interrupciones eléctricas son comunes.
Las enfermedades más prevalentes en Marewa son la malaria y las diarreas, y, paradójicamente, Coromoto Mume lucha actualmente contra la malaria mientras continúa trabajando incansablemente.
Su salario, irrisorio, asciende a tan solo 130 bolívares, ya que no ha sido reconocida oficialmente como enfermera, sino como camillera. Para complementar sus ingresos, se dedica a la venta de artesanías.
No obstante, la desnutrición afecta a muchos de los habitantes, dado que carecen de los recursos necesarios para adquirir alimentos ricos en proteínas o carbohidratos.
“Creo que Coromoto representa lo que es el venezolano y lo que es la mujer indígena, que pese a las adversidades dice aquí estoy”, expresó la comunicadora.
Además, subrayó que se necesita brindarle los recursos y las condiciones mínimas óptimas para que pueda continuar con su trabajo y permitir un acceso adecuado a la atención médica en la comunidad.
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