Hoy, más que nunca los padres, madres y representantes debemos detectar, prevenir y enfrentar, los diferentes tipos de violencia en nuestros niños.
Hay señales de alarma e indicadores, que, si los conocemos, nos permitirán proteger a los Niños Niñas y Adolescentes bajo nuestra responsabilidad, para evitar males mayores, porque la violencia, del tipo que sea y del grado que sea, deja negativas consecuencias.
Lo primero es crear un clima de confianza en el hogar, de manera que el niño o la niña, sea capaz de hablar de cualquier evento que le haya sucedido en materia de violencia, sabiendo que no será reprimido y que se le creerá.
El segundo elemento que previene la violencia doméstica, es que los padres aprendamos a administrar las emociones. Que busquemos la o las razones de ese estado de ánimo y no “pagarla” con el más débil: el niño. No se trata de reprimir la emoción, sino de administrarla.
Un tercer elemento que previene la violencia es el respeto mutuo: no debe existir el irrespeto de unos con otros, todos debemos respetarnos. Para ello, hay que respetar a los niños y decirles que ellos merecen respeto. Totalmente errado es promover la venganza: La venganza promueve la violencia a futuro.
Es importante estar pendientes del internet, los videos juegos y redes sociales que consumen los niños: Debemos prestar atención a las amistades que se hacen por internet. Hay mucha violencia navegando on line, el ciberbulling es muy dañino y la violencia sexual también usa esa vía.
Cuando se sospecha, o ya tenemos certeza, de violencia intrafamiliar, escolar, sea física, psicológica o sexual hay que actuar, que la víctima sepa que cuenta con nosotros, ya sea de su familia o de su maestro, es un error minimizar el hecho.
Estas recomendaciones no son las únicas que existen. Podríamos ofrecer muchas más que contribuyan a educar para prevenir, pero son consejos prácticos que nos pueden ayudar en en casa y en la escuela.
La violencia escolar, la intrafamiliar y sexual, son temas que debemos detectar, prevenir y enfrentar en cualquier momento. No desaprovechemos las oportunidades de proteger a los niños, niñas y adolescentes bajo nuestra responsabilidad. Por eso hay que educar para prevenir la violencia.