Francisco Javier vive en Tucupita y confiesa que, debido a la escasez de medicamentos que empeora con el pasar de las semanas en Delta Amacuro, ha tenido que recurrir a un método que jamás pensó: la medicina natural que utilizan los indígenas, especialmente los waraos.
Él dice que se cuida mucho para no enfermarse, pero que cuando no puede evitarlo lo que le queda es “monte”.
“He tenido que consultar a persona indígenas, sin intención de ofender, porque ellos tienen sus medicamentos”, cuenta a Radio Fe y Alegría Noticias. “Les pregunto a los waraos y a los viejos a ver que se pueden untar uno o echar uno para curarse de algunas enfermedades”. Haciendo estas consultas descubrió que la hierba de sapo “es tremendo antibiótico”.
Francisco es sólo el rostro de la desesperación que existe en la región por la crisis de Salud. Otros deltanos deben viajar largas distancias para comprar medicamentos en otros estados, o acudir a los llamados revendedores, quienes venden medicinas a precios casi impagables para la gente de a pie.
“Lo importante es tener dinero en tu tarjeta. Si tienes dinero se consigue el medicamento, a un costo elevado, pero se consigue”, dijo otro consultado.
Con información de Abner Ramos
