En los últimos años, el sur del Orinoco ha sido protagonista de actividades ilícitas, corrupción, narcotráfico, minería ilegal y masacres en contra de los pueblos indígenas debido a la gran riqueza de piedras preciosas que allí se encuentran.
Este fin de semana habitantes y líderes indígenas de la comunidad de Maripa, en el estado Bolívar, denunciaron que militares venezolanos han comenzado nuevas instalaciones de balsas mineras de manera ilegal en el río Caura, con el fin de realizar actividades de extractivismo de oro, fundamentalmente.
Aseguraron que el representante de la Corporación Venezolana de Minería que llegó a la entidad no tiene la autoridad para otorgar los permisos para activar la minería de río en la cuenca baja del Caura sino el Ministerio del Ecosocialismo, con cuyos representantes ya han hablado.
La comunidad presentará un informe de denuncia ante la Asamblea Nacional sobre las operaciones de las balsas ensambladas y operativas.
Se encuentran a la espera de una Comisión del Ministerio del Ecosocialismo para exponer el caso, sin embargo, esta no se ha presentado en lugar, supuestamente debido a la escasez de combustible.
Los líderes comunitarios han denunciado que están siendo amedrentados para no llevar adelante protestas y manifestaciones que puedan frenar o perjudicar al proyecto aurífero.
Una de las preocupaciones es la presencia de grupos guerrilleros e irregulares que son los encargados de custodiar las balsas mineras.
El proyecto de explotación minera que se lleva a cabo en la cuenca baja del Caura continuaría generando un gran colapso ecológico.
Miembros de la comunidad denunciaron que ya se están llevando a cabo deforestaciones para ampliar los campamentos mineros en tierra donde se están armando las balsas.