“Feminizando derechos” es el nombre que recibe el proyecto impulsado por la Unión Europea y UniAndes, que busca “visibilizar las funciones que desempeñan los defensores y defensoras de derechos humanos”.
La actividad inició en el Centro de Artes de Maracaibo Lía Bermúdez con el cine foro “Derechos humanos: una mirada desde la frontera”.
Yajaira Marcano, coordinadora del programa de Fortalecimientos de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos en el Zulia, comentó que la línea estratégica es la educación y que “tenemos un programa para brindarles las herramientas y promocionar de los derechos humanos”.
La capacitación no solo está dirigido a mujeres: “Nosotros no somos excluyentes. No quiere decir que está enfocado solo en mujeres. Es una tendencia el visibilizar los derechos de la mujer, pero convivimos en perfecta armonía con los hombres”, destacó.
El programa consta de dos cohortes: en la primera corte se capacitaron a 22 defensores y defensoras, la cual se realizó en la Universidad Santiago Mariño.
La segunda cohorte se realizará en la Universidad Rafael Belloso Chacín a partir del 15 de junio.
Se está ejecutando en estado fronterizos con la república de Colombia como son Apure, Amazonas, Táchira y Zulia. Son 4 niveles de talleres ajustados a las realidades territoriales.
¿Por qué las regiones fronterizas?
Marcano afirmó que, según estudios que han realizado sobre la defensa de los derechos humanos, existe mucha «vulnerabilidad” en la frontera, y el objetivo de este programa es “visibilizar, defender y fortalecer a defensoras que están en esta zona, que es bastante crudo vivir el día a día”.
Para Maracano, el punto álgido en la defensa de los derechos se resume a la migración: “todo lo que tiene que ver con la manipulación de las personas cuando atraviesan la frontera, la violación de los derechos a la mujeres, niños, niñas y adolescentes.
“Los estados fronterizos son un punto eje en la violación de los derechos humanos permanentemente, especialmente en el Zulia, que contamos con población indígena que es muy vulnerada”, expresó.
El proyecto está programado para 36 meses, tiempo en el que se desarrollarán proyectos de capacitación e investigación, así como la creación de redes de apoyo para defensores y defensoras.
Por Nazaret Torres Padrón
