De acuerdo con el balance oficial ofrecido este sábado 24 de septiembre por la televisión estatal de Irán, al menos 35 personas han fallecido en las protestas por el caso de Mahsa Amini, quien murió luego de ser detenida por llevar el velo de forma «inapropiada».
No obstante, la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, reportó que al menos 54 personas han sido asesinadas por las fuerzas de seguridad durante las protestas.
Según el portal web Diario las Américas, los protestantes han tomado las calles de las principales ciudades de Irán, incluida la capital: Teherán en las últimas ocho noches de forma consecutiva, desde la muerte de Amini, de 22 años.
Amjad Amini, padre de Mahsa Amini, dijo en una entrevista para la BBC Persa que no le han permitido ver el informe de la autopsia de su hija.
Mahsa Amini, que había acudido a visitar a su familia, fue detenida el martes 13 de septiembre a la salida de una estación de metro de Teherán por la policía religiosa islámica iraní, llamada oficialmente Gasht-e Ershad (Patrullas de Orientación).
La acusaron de infringir la ley que obliga a las mujeres a cubrirse el pelo con un pañuelo, y los brazos y las piernas con ropa holgada.
La joven de 22 años de edad falleció el viernes 16 de septiembre en un hospital de Teherán, tras pasar tres días en coma.
Por su parte, las autoridades de Irán afirman que Amini no fue maltratada, sino que sufrió un «fallo cardíaco repentino» tras ser detenida en Teherán por la «policía de la moral» del país.
No obstante, su padre declaró que a su hermano de 17 años, Kiarash, que estaba allí cuando fue detenida, le dijeron que había sido golpeada.
«Mi hijo estaba con ella. Algunos testigos le dijeron a mi hijo que la golpearon en la furgoneta y en la comisaría», dijo.
