José Alberto Mujica Cordano, conocido popularmente como ‘Pepe’ Mujica, nació el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, Uruguay, y se convirtió en un referente de la izquierda latinoamericana. Fue guerrillero, prisionero durante más de una década, agricultor y presidente de su país entre 2010 y 2015.
Su modesto estilo de vida, caracterizado por vivir en una granja a las afueras de la ciudad, desplazarse en un viejo Volkswagen escarabajo y donar cerca del 90 % de su salario presidencial de 12.000 dólares a organizaciones que apoyaban a los más necesitados y a pequeños emprendedores, le valió el apodo de “el presidente más pobre del mundo”.
“No soy el presidente pobre; pobres son los que quieren más”, dijo en 2012 durante una entrevista con la BBC.
Su discurso anticonsumista, su crítica abierta al capitalismo y sus políticas progresistas lo convirtieron en una figura prominente para muchos dentro y fuera del continente.
Cercano al fallecido Hugo Chávez, a quien consideró “el gobernante más generoso que ha conocido”, Mujica respaldó durante años la llamada “revolución bolivariana”, aunque con el tiempo se distanció del chavismo.
“El de Venezuela es un gobierno autoritario, se le puede llamar dictador… Llámenlo como quieran”, afirmó en 2024 al preguntársele sobre Nicolás Maduro.
Infancia de ‘Pepe’ Mujica
‘Pepe’ Mujica creció en una familia agricultora en Paso de la Arena, un barrio rural de Montevideo. Era hijo de Demetrio Mujica Terra y Lucy Cordano Giorello, de quienes heredó raíces vascas e italianas.
Del lado paterno, tenía parentesco con figuras políticas resaltantes de su país, como Gabriel Terra, presidente y dictador en la década de 1930, su tío abuelo segundo; y con Horacio Terra Arocena, su tío tercero, cuyos hijos Francisco, Horacio y Juan Pablo Terra Gallinal también tuvieron participación activa en diversos partidos políticos uruguayos.
Su padre murió en la quiebra en 1940, cuando Mujica tenía apenas seis años. Desde entonces, el cultivo y la venta de flores se convirtieron en el principal sustento de su hogar.
Tuvo una única hermana, María Eudosia, seis años menor, quien padecía esquizofrenia y falleció en 2012 a los 71 años.
Cursó estudios de primaria y secundaria en instituciones públicas de su barrio y comenzó el bachillerato en el Instituto Alfredo Vásquez Acevedo, aunque no llegó a concluirlo.
Entre los 13 y los 17 años, disfrutaba del ciclismo y llegó a competir en distintas categorías y representó a varios clubes.
Primeros pasos en la política de ‘Pepe’ Mujica
Su primera influencia política provino de su tío materno, el nacionalista Ángel Cordano. Años más tarde, en 1956, su madre —militante del mismo sector— lo acercó al entonces diputado Enrique Erro. A partir de ese encuentro, inició su activismo en el Partido Nacional, donde llegó a ser secretario general de la Juventud.
En las elecciones de 1958, el herrerismo alcanzó por primera vez el poder y Erro fue designado ministro de Trabajo, siendo acompañado por Mujica, aunque sin ocupar un cargo formal.
Ambos abandonaron la organización política en 1962 y fundaron la Unión Popular, una coalición de izquierda junto al Partido Socialista del Uruguay y el grupo Nuevas Bases. En las siguientes elecciones, impulsaron la candidatura de Emilio Frugoni a la presidencia, obteniendo apenas un 2,3 % de los votos.
Años en la guerrilla y prisión
Se unió en 1964 al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una organización guerrillera de izquierda con la que participó en diversos operativos mientras continuaba trabajando en su chacra, pero se vio obligado a pasar a la clandestinidad al ser requerido por la policía.
Recibió seis heridas de bala en enfrentamientos con las fuerzas del orden y lo detuvieron en cuatro ocasiones; se logró fugar dos veces de la cárcel de Punta Carretas, en Montevideo. En total, pasó 14 años en prisión.
Bajo la dictadura cívico-militar, Mujica fue uno de los nueve dirigentes tupamaros tomados como “rehenes”, lo cual implicaba su ejecución inmediata si el movimiento retomaba la lucha armada. En esa condición extrema de aislamiento permaneció 11 años.
“Me pasó de todo”, dijo Mujica en una entrevista con BBC Mundo. “Tengo que gritarle gracias a la vida”, agregó.
Camino a la presidencia
Con el retorno de la democracia en Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica recuperó la libertad el 8 de marzo de 1985gracias a la Ley de Amnistía que liberó a presos por delitos políticos cometidos desde 1962. Poco después, fundó el Movimiento de Participación Popular (MPP) como parte del Frente Amplio, fuerza política de izquierda.
Su carrera institucional comenzó en 1994, cuando fue electo diputado por Montevideo. Cinco años más tarde, alcanzó una banca en el Senado. En las elecciones de 2004, el MPP se consolidó como el sector más votado del país con más de 300.000 sufragios, lo que lo posicionó como la primera fuerza dentro del Frente Amplio que logró acceder al poder ejecutivo.
El presidente Tabaré Vázquez lo nombró ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca en 2005, cargo con el que comenzó a ganar popularidad por su estilo directo, informal y a menudo sorpresivo. Renunció en marzo de 2008, dejando la cartera a su viceministro Ernesto Agazzi.
Tras imponerse en los comicios internos del Frente Amplio con más del 52 % de los votos, fue proclamado candidato presidencial en 2009. Ganó la primera vuelta con casi la mitad de los votos válidos y venció en el balotaje del 22 de noviembre a Luis Alberto Lacallecon más del 52 % de apoyo popular.
El 1ro de marzo de 2010, José Mujica asumió la presidencia de la República en el Palacio Legislativo.
La presidencia de ‘Pepe’ Mujica
Durante su mandato presidencial, ‘Pepe’ Mujica optó por seguir viviendo en su casa junto a su esposa, Lucía Topolansky, histórica dirigente del MPP y vicepresidenta de Uruguay entre 2017 y 2020, en lugar de mudarse a la residencia presidencial de Suárez y Reyes.
“¡El protocolo, la liturgia del poder y todas esas estupideces me ch*p*n un huevo!”, resumió en el libro Una oveja negra al poder de Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz sobre lo que él pensaba de las formalidades que rodean a un mandatario.
Fiel a su visión, evitaba vestirse de manera formal y solía escaparse de su equipo de seguridad a bordo de su Volkswagen Fusca celeste.
“Los cagu*. Los tengo locos”, bromeaba cuando los encargados de protegerlo no lo encontraban.
Su gestión se enfocó en la inclusión social y el bienestar colectivo. Promovió políticas progresistas como la despenalización del aborto en las primeras 12 semanas de gestación y la aprobación del matrimonio igualitario en 2013, una de las primeras leyes de este tipo en América Latina.
Uno de los hechos más innovadores de su presidencia fue la legalización en 2013 de la producción, comercialización y consumo de cannabis.
Impulsó el Plan Juntos para mejorar la vivienda de las familias más pobres y dio continuidad al Plan de Equidad, que mantuvo el apoyo económico a hogares vulnerables con hijos.
En el plano económico, apostó por diversificar la matriz productiva mediante inversiones en el sector agropecuario, consolidando al país como un importante exportador de alimentos. Uruguay creció un promedio anual de 5,4 %, se redujo la pobreza y el desempleo se mantuvo en niveles bajos.
A nivel internacional, lideró una política exterior equilibrada, basada en el diálogo y la cooperación regional. Uruguay reforzó su papel en espacios como el Mercosur y la Unasur, en un momento en el que Sudamérica estaba mayormente dominada por gobiernos de izquierda.
Fue aclamado por su carisma, sencillez y discursos en favor de la autodeterminación de los pueblos y de un modelo de desarrollo más humano y menos consumista. Al dejar la presidencia en 2015, retomó su banca en el Senado y siguió militando en el Movimiento de Participación Popular.
No obstante, recibió críticas por el aumento del gasto público, lo que generó un incremento del déficit fiscal y llevó a sus opositores a acusarlo de despilfarrar recursos del Estado.
A su vez, recibió cuestionamientos por no haber logrado mejoras sustanciales en el sistema educativo, a pesar de haber prometido que la enseñanza sería una de las prioridades de su gestión.
Reconocido, filmado y polémico
El Nobel de la Literatura Mario Vargas Llosa llegó a elogiarlo, lo incluyeron en la lista de las 100 personas más influyentes de 2013 por la revista Time y ese mismo año, The Economist nombró a Uruguay como “país del año”.
En 2015, Times Higher Education lo definió como el “presidente filósofo”, en referencia a la figura del rey filósofo de Platón.
Su vida inspiró varias producciones cinematográficas en vida, entre ellas el documental El Pepe, una vida suprema, dirigido por el cineasta serbio Emir Kusturica y que estrenaron en el Festival de Venecia 2018.
Ese mismo año, La noche de 12 años, del uruguayo Álvaro Brechner, retrató sus años de aislamiento y encierro junto a Eleuterio Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof. La película fue presentada en los festivales de Venecia y San Sebastián y la eligieron como la candidata uruguaya al Óscar y al Goya.
Artistas como Rozalén, José Riaza y la banda venezolana La Vida Bohème incluyeron discursos suyos en sus obras musicales.
En cuanto a la religión, ‘Pepe’ Mujica dijo no ser creyente, aunque se consideraba “casi panteísta” por su admiración por la naturaleza. Protagonizó episodios polémicos, como cuando llamó “vieja peor que el tuerto” a Cristina Fernández de Kirchner en 2013, o cuando en el Mundial de Brasil 2014 calificó a los dirigentes de la FIFA como “una manga de viejos hijos de…” tras la sanción a Luis Suárez por morder a un jugador italiano.
Retiro de la política y su muerte
Formalizó su renuncia al Senado de Uruguay e hizo oficial su retiro de la política en octubre de 2020, alegando razones de salud por la pandemia de la COVID-19 y su avanzada edad —85 años en ese momento—.
Cuatro años más tarde, en abril de 2024, informó que le habían diagnosticado un tumor en el esófago. En enero de 2025, comunicó que el cáncer se había extendido por todo su cuerpo y que no se sometería a más tratamientos.
Falleció el 13 de mayo de 2025, un día después de que su esposa, Lucía Topolansky, anunciara que estaba en fase terminal y bajo cuidados paliativos.
En el libro Una oveja negra al poder, de los autores Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, ‘Pepe’ Mujica reflexionó que «a nadie le gusta la muerte, pero a determinada altura sabes que un poco antes o un poco después va a llegar».
«Y, ¡por favor!, no vivas temblando frente a la muerte. Acéptala como los bichos del monte. El mundo va a seguir dando vueltas y no va a pasar nada, no va a quedar nada de todo ese temor al pedo», manifestó. «Hay que ser más primitivo», dijo.
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