Frank Seepersad, juez del Tribunal Superior de Trinidad y Tobago, dio licencia al Estado para deportar a una niña venezolana de 11 años de edad, quien se encontraba en el grupo de 16 menores de edad que regresaron a ese país luego de ser expulsados hace dos domingos.
El juez declaró que no creía que el caso de la niña menor de edad tuviera una «perspectiva realista de éxito», de acuerdo por lo reseñado en el medio local CNC3.
«El tribunal opina que no sería justo ni conveniente otorgar la medida cautelar solicitada para impedir que el Estado haga cumplir lo que a primera vista parece ser el derecho interno existente”, expresó Seepersad en su decisión.
Seepersad rechazó las presentaciones preliminares del equipo legal de la niña que pidió hacer efecto del Borrador de Política respecto a Refugiados y Solicitantes de Asilo de 2014, que fue aprobado por el Gabinete, pero no por el Parlamento.
Dijo que el Gobierno trinitario era libre de cambiar su política debido a las circunstancias imperantes, incluida la pandemia de COVID-19.
En su falló también dictaminó que la madre de la menor de edad, que no es un migrante registrado, estaba motivada por consideraciones socioeconómicas egocéntricas y no consideró el bienestar de su hija, pues hizo arreglos para que entrara al país ilegalmente con extraños.
