La Asociación de Peloteros de las Grandes Ligas inició un «cierre patronal» desde este 2 de diciembre, luego de no llegar a acuerdos con la organización de la MLB.
«A pesar de los mejores esfuerzos de la liga para llegar a un acuerdo con la Asociación de Jugadores, no pudimos extender nuestra historia de 26 años de paz laboral y llegar a un acuerdo con la MLBPA antes de que expirara el CBA actual. Por lo tanto, nos hemos visto obligados a comenzar un cierre patronal de jugadores de Grandes Ligas, efectivo a las 12:01 am ET del 2 de diciembre», se lee en el comunicado difundido por el comisionado de la MLB, Robert Manfred.
Pese a que esta determinación es dura, Robert Manfred, informó que la decisión fue tomada «fuera de temporada», y espera que finalmente haya acuerdos en medio de la pausa entre temporadas.
En el texto, el comisionado hace notar que la Asociación de Peloteros tiene mucha responsabilidad en el conflicto: «Lamentablemente, parece que la Asociación de Jugadores llegó a la mesa de negociaciones con una estrategia de confrontación más que compromiso. Nunca vacilaron colectivamente en el conjunto de propuestas más extremas de su historia», se lee en el texto.
La Asociación de Jugadores introdujo propuestas que a juicio de la MLB son «extremas». Propusieron recortes significativos al sistema de reparto de ingresos, un debilitamiento del impuesto al balance competitivo y el acortamiento del período de tiempo que los jugadores juegan para sus equipos.
Según la organización corporativa, las exigencias traerían como consecuencia que la MLB sean menos competitivos.
La otra versión
Por su parte, la Asociación de Peloteros de la Grandes Ligas anunció el «cierre patronal» poniendo en un momento crítico a la industria beisbolera de Estados Unidos.
En un breve texto apuntan directamente a los dueños de los equipos de la MLB, y los señala de «presionar a los peloteros para que renuncien a derechos y beneficios».
Las Asociación de Peloteros de la Grandes Ligas asegura que las «presiones» son tácticas usadas por los dueños de clubes que «no son nuevas».
Dejó abierta la posibilidad de regresar a los terrenos de juego, pero únicamente con un «acuerdo de pacto colectivo negociado justo»