La ansiedad ante el Coronavirus y cómo manejarla

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Foto: Agencias.

Por Milagros Quintero

Tenemos miedo. Nos angustia enfermarnos o peor, que nuestros seres queridos se enfermen. Nos afecta el encierro y la alteración de nuestra cotidianidad.   

La situación pone a prueba nuestro equilibrio psicológico, por eso es muy importante cuidar nuestros pensamientos y emociones.

Sentir miedo y ansiedad es normal

La ansiedad es una reacción normal ante la incertidumbre de cuánto tiempo durará la cuarentena y frente a la posibilidad real de enfermarnos.

Es natural sentir miedo y hasta deseable, porque gracias a éste seremos más cautos, cumpliremos las recomendaciones básicas de higiene de las manos, de quedarnos en casa, actuaremos con más precaución.

Sin embargo, hay que tener cuidado para no quedarnos anclados en el miedo y caer en pánico.

Cuando la ansiedad se convierte en un trastorno

Si estás constantemente pegado a las redes sociales, consumiendo sin discriminación toda la marejada de información que se genera a diario, sin detenerte a evaluar y verificar las fuentes.

Si además eres multiplicador de esa información porque sueles compartirlo en tus redes.

Si frecuentemente estás pensando en los síntomas de la COVID-19 y estás observándote para saber si los presentas o alguien de tu familia, entonces estás padeciendo un trastorno de ansiedad.

El miedo y la ansiedad se apoderan de nosotros. Es necesario gestionarlos para solo mostrar comportamientos racionales de protección.

Gestionar el miedo y bajar tus niveles de ansiedad.

  1. Controla tus pensamientos catastróficos (esos que te llevan a vaticinar que vas a enfermarte o alguien de tu familia y que además será grave).
  • Establece un horario. Sí, un horario, que no exceda más de 30 minutos, exclusivo para leer las noticias (fuentes confiables, evita la información excesiva y sin fundamento)
  • La tecnología   se convierte en una gran fuente de estrés, no dejes que ella te controle, utilízala solo para distraerte o aprender.
  • Desafía tus propios pensamientos.  Recuerda que los pensamientos no son hechos, (no han ocurrido) son construcciones productos de tus miedos.
  • Elige pensar diferente. Piensa en las ocasiones cuando te has enfermado y curado.
  • Cuida lo que dices, en vez de decir tengo miedo de enfermar, repite estoy cuidando mi salud, estoy sano…
  • Piensa en tu salud. Visualiza todos tus órganos que están en perfecto funcionamiento; tu cerebro, tus riñones, tu corazón, mientras respiras profundamente y les envías oxigeno.
  • Aprende a relajarte con respiraciones conscientes y profundas:

Inhalar y exhalar lenta y profundamente, siempre por la nariz.  Para establecer un ritmo puedes inhalar contando mentalmente hasta cuatro, retener el aire contando hasta cinco y exhalar contando hasta seis. El tiempo de exhalación siempre debe ser superior al de inhalación. Podrás aumentar los tiempos en la medida que controles el proceso. Así lograrás sosegarte en corto tiempo.

  • Mejora tu actitud:
  • El mensaje que debes darte es que saldrás de esta situación y lo harás con más fortaleza.
  • Reconoce tus emociones negativas. Si tienes rabia acéptalo, pero es importante que trabajes en las causas, por ejemplo, te das cuenta de que la convivencia resulta difícil y por eso sientes rabia. ¿Qué puedes cambiar, en qué debes ceder? Empieza por ti para luego pedir cambios al otro …
  • Cultivar buenas relaciones con los familiares es algo que debes hacer a consciencia, practicando el respeto y la aceptación.  
  • Recupera el contacto con esas viejas amistades. Escribe mensajes, graba un video. Recuerda momentos gratos compartidos.
  • Mantén el buen humor, sonríe y ríe ¡desdramatiza el drama!
  • Hazte una rutina de salud y bienestar:
  • Cuida tu alimentación y tus horas de sueño.
  • Organiza el día con actividades para ti y para compartir en familia.
  • Haz ejercicios diariamente, puedes practicar yoga, bailar, etc.
  • Ten un pasatiempo, haz algo divertido.

Cuida de ti y los demás. ¡Quédate en tu casa!