La central nuclear de Zaporiyia está en medio del huracán

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La tensión en torno a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, controlada por el Ejército ruso sacó a la luz el enorme peligro del recrudecimiento de los combates en el sur del país, región que Rusia quiere anexionarse al igual que el Donbás (este).

«Las medidas de defensa antiaérea serán reforzadas», dijo este martes 9 de agosto el dirigente prorruso de Zaporiyia, Yevgueni Balitski, en declaraciones a la televisión pública rusa al referirse la situación de la central, que cuenta con seis reactores nucleares.

Según Balitski, actualmente la planta «funciona con normalidad», después de que fueran reparadas las líneas eléctricas y las naves de la infraestructura que fueron dañadas en el ataque del viernes pasado, del que Rusia acusó al Ejército ucraniano.

«No se puede ignorar los obvio: la situación se torna más peligrosa con cada día de qué pasa», advirtió este lunes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.

Más de 1.200 toneladas de combustible nuclear

Situada a 55 kilómetros al suroeste de la ciudad Zaporiyia, capital de región homónima, controlada por las fuerzas ucranianas, la central contiene más 1.200 toneladas de combustible nuclear.

«En caso de avería en la central de Zaporiyia habrá una catástrofe que por la magnitud de contaminación radiactiva superará con creces las consecuencias de los accidentes en las centrales de Chernóbil y de Fukushima», indicó el general ruso Mijaíl Mizíntzev.

En declaraciones publicadas en el canal de Telegram del Ministerio de Defensa de Rusia, Mizíntzev indicó que la contaminación afectaría al menos a 9 regiones de Ucrania, a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como territorios fronterizos de Rusia y Bielorrusia.

Además, según el general ruso, durante largo tiempo los mares de Azov y Negro, y también el Bósforo, no serían navegables, y las costas de Turquía, Georgia, la separatista Abjasia, Bulgaria y Rumanía quedarían contaminadas con un elevado nivel de radiactividad.

Moscú y Kiev intercambian acusaciones

Tras varios ataques contra la central nuclear perpetrados este viernes 5 de agosto, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la instalación.

El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, arremetió contra Rusia al afirmar que «los ocupantes crearon otra situación extremadamente peligrosa para toda Europa».

Moscú, que controla la central prácticamente desde los primeros días de su campaña militar en Ucrania, cuestionó estas declaraciones y acusó a su vez a Kiev de promover el «terrorismo nuclear».

El pasado sábado el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se mostró muy preocupado por el bombardeo la mayor planta atómica de Europa y alertó de que se está «jugando con fuego» y existe el riesgo de un «desastre nuclear».

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia declaró que ya el pasado 3 de junio la parte rusa acordó con el secretariado del OIEA la ruta y cronograma de una visita a la central de Zaporiyia de una misión del Organismo en la que está prevista la participación de Grossi.

Rusia dice que la ONU frenó visita de inspección

«Sin embargo, en el último momento el Departamento de Seguridad de la ONU de la Secretaría de la ONU puso el semáforo en rojo. Se frustró el viaje. Esto lo aprovecharon las autoridades de Kiev para aumentar sus provocaciones y bombardeos de la central nuclear», señaló la diplomacia rusa en un comunicado.

Rusia aseguró que prestará la mayor ayuda posible para que se puede llevar a cabo la visita de la misión del OIEA.

Con información de EFE