En el marco del inicio de las fiestas patronales en honor a La Chinita, este sábado 26 de octubre se llevó a cabo la tradicional bajada de la virgen.
Pasadas las 5:00 de la tarde, la Plazoleta de la Basílica Santuario de Nuestro Señora del Rosario de Chiquinquirá, se convirtió en un templo a cielo abierto para la celebración de la eucaristía.
La misa fue oficiada por el monseñor Enrique Pérez, obispo de Maturín.
Monseñor Pérez Lavado resaltó durante su homilía el llamado que nos hace María: “vayan y hagan lo que Él les diga”, el cual está destacado en el evangelio de San Juan, en el relato de las Bodas de Caná.
Monseñor describió cómo fue esa fuerza de la fe de María, la que hizo que Cristo realizara su primer milagro.
Miles de feligreses se reunieron alrededor de La Chinita para recibirle una vez más entre oraciones y gaitas.
Tras la eucaristía, inició la tradicional bajada cerca de las 7:00 de la noche. Como ya es costumbre, la reliquia hizo su recorrido a través de un tobogán desde su nicho hasta la plazoleta, envuelta entre luces y flores.
Lució un manto elaborado en encaje rosa y recamado con perlas y cristales, inspirado en el Santísimo Sacramento del altar, representando el cuerpo y la sangre de Cristo.
Este manto está también inspirado en la oración y la unión, es una invitación a todo el pueblo a elevar los corazones y a fortalecer los la lazos que nos unen como hermanos hijos todos y todas de Dios Padre.
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