La encarnación de la ilusión

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Foto: referencial

Estaba muchachón. Recuerdo aquello de «El gocho pa’l 88». Los adultos añoraban los años de la bonanza petrolera de Carlos Andrés Pérez (CAP) cuando gobernó durante su primer período en la década de los 70.

Entonces, cuando CAP llegó por segunda ocasión, intentó lanzar un paquete de medidas económicas y apareció Hugo Chávez con un intento de Golpe de Estado que acaparó la simpatía de la mayoría con un desgastado modelo de la guanábana (AD y Copei). Rafael Caldera, cual delantero futbolista, olió la oportunidad y se mandó un encendido discurso en el extinto Congreso Nacional y se sacó el ticket para elegirse Presidente.

Ahora con este señor que «sabe mucho», sí vamos a echar pa’lante decía mi abuelo copeyano. Los anhelos e ilusiones crecieron exponencialmente. Esta vez en un traje militar y una boina roja que se deslizó sutilmente hacia un liqui-liqui en exaltación al nacionalismo, bolivarianismo y todos los » ismos» posteriores.

Más de 20 años de suplicio, calamidades, hambre, mentiras, atrocidades, torturas, violación a los derechos humanos, migración masiva y pillaje.

El 23 de enero de 2019 aparece en el escenario un joven diputado, desconocido para la mayoría y una vez más se «embraguetó» todos los anhelos y deseos de un pueblo cansado y subyugado. Juan Guaidó irrumpió con su «cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres» Otra vez el entusiasmo cundió entre la población y esta vez parecía que sí era real, que sí era posible lo imposible.

Y aquí estamos… en el mismo columpio cual adolescentes balanceándonos de un punto a otro, en busca de algo, de alguien, de no sé qué. Perdidos. Arrechos. Maltrechos. Agonizantes de ideas, de proyectos, de sueños.

¿Qué diablos queremos los venezolanos? ¿Cuál es la dirección? ¿Cuál es el proyecto de país? ¿Será muy difícil parar el columpio, centrarnos, soñar, pensar y diseñar un bonito dibujo?

Rogelio Suárez es periodista y conductor del programa De Primera Mano. @rogeliosuarez

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