A cuatro meses del inicio de la cuarentena social los pobladores del municipio Guajira en el estado Zulia manifiestan que la atención social es muy deficiente.
En confinamiento y sin poder trabajar se encuentran los habitantes, quienes buscan alternativas para sobrellevar su situación económica en esta pandemia.
Sin agua, sin la llegada quincenal del Mercal y las constantes fallas eléctricas mantienen abrumados a los habitantes de este municipio fronterizo; además de las medidas estrictas que se han implementado en el Estado para contrarrestar los contagios.
Carolina Fernández, pobladora de Paraguaipoa, comentó que “el Mercal no llega cada 15 días, tarda alrededor del mes para que nos lo vendan, no están trabajando cómo deberían de hacerlo”.
Agua en divisas
Acota que las bombas cisternas están vendiendo el agua en moneda extranjera (pesos colombianos) y que les toca tomar agua de los pozos artesanales por la falta de dinero para costear un anillo o un tanque.
Carmen Montiel, habitante de la Guajira, afirmó que “venden cada anillo de agua en 5.000 pesos colombianos, no están colaborando con nosotros. En mi casa nos hemos quedado 3 días sin una gota de agua por no tener el dinero para pagarlo”.
Los vecinos califican de “pésima” la atención social en la Guajira. Muchas familias no están siendo beneficiadas con las protecciones sociales del gobierno nacional.
De mal en peor
El bienestar de los ciudadanos de frontera no es el mismo desde el inicio de esta cuarentena.
Así mismo, Marlene González acotó que “en la Guajira la atención está muy mala, ni yo ni mi familia somos beneficiarias de los planes de protección del Gobierno, esto no va a mejorar, cada día es peor”.
Aunado a eso, las constantes fallas en el servicio eléctrico no cesan. En la semana pasan más de 48 horas sin fluido eléctrico, dejando a su vez incomunicados a los pobladores ya que las líneas telefónicas dejan de funcionar.
El municipio Guajira ha sido golpeado por estos cuatro meses de cuarentena social. Los habitantes exigen una pronta solución a sus problemas económicos y que mejoren la atención social en esta línea fronteriza.
Por Roxana Sarmiento/Radio Fe y Alegría Noticias