La corrupción es una expresión de la conducta humana asociada al poder, que se extiende por todo el mundo. En algunos países tiene manifestaciones muy aisladas y circunscritas a determinados círculos.
En otros, su presencia llega a ser tan importante que puede ser vista como un simple desperfecto del sistema y una más de las perturbaciones de la vida del ciudadano común. Venezuela figura hoy de manera prominente en ese grupo, según explicó María Elena González, miembro de la Academia Nacional de la Historia, en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.
González resaltó que este “abuso de poder” tiene carta libre en los regímenes “fuertemente autoritarios” y que disponen de abundantes recursos económicos, sin un control institucional ni social.
Con esto coincide Jesús Piñero, también historiador y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien afirmó que “en todos los países hay corrupción” y que desde que el hombre existe se ejecuta, pues va de la mano con la ambición humana y los intereses.
Por este motivo, Piñero consideró que no se puede acabar con la corrupción. No obstante, lo que sí se puede hacer es controlarla.
Contexto histórico
Jesús Piñero aseguró que no se puede hablar de corrupción económica aislada del ámbito político y social en Venezuela, porque básicamente todo es un conglomerado.
“Ha habido corrupción a lo largo de toda nuestra historia, incluso desde el período colonial”, dijo el historiador a Radio Fe y Alegría Noticias.
Aclaró que no se puede dejar de mencionar que algunos presidentes no han sido “tan corruptos como otros” y nombró a mandatarios como: José Antonio Páez, José María Vargas, Luis Herrera Campíns, Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita.
Por su parte, indicó que en períodos de gobierno como los de Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi el nivel de corrupción fue mayor. Sin embargo, el máximo ejemplo de corrupción en el país para él inició con el presidente Hugo Chávez.
“A pesar de que hubo un período de estabilidad política de 40 años, desde el 58 hasta el 98, Venezuela no ha sido eficiente al controlar su corrupción”, declaró Piñero.
Opinó que esto último contribuyó al surgimiento del chavismo, que sustentó su discurso de los años 90 en señalar a los partidos políticos y a sus dirigentes como corruptos.
Igualmente, comentó que otro de los momentos claves donde se manifestó la corrupción significativamente en Venezuela, fue en el período de los hermanos Monagas que, citando a Elías Pino Iturrieta, lo llamó una “dictadura consanguínea” por ser dos hermanos los que gobernaban.
En otros ejemplos menciona al gobierno de Guzmán Blanco, porque hubo expropiaciones a instituciones —entre ellas la iglesia—; el de Gómez, porque “veía a Venezuela como una hacienda”; y el de Pérez Jiménez, que destinó “mucho dinero público a grandes obras para su beneficio personal”.
Por su parte, María Elena González subrayó que la corrupción se mantuvo en niveles “muy inferiores en el siglo pasado”, época en la que los casos de corrupción generalmente trascendían y eran denunciados públicamente.
“Bajo el actual mandato político, la corrupción pasó a ser una herramienta de control de lealtades dentro de la estructura de poder, lo que le da un papel importante en la estabilidad del sistema”, puntualizó González.
Comparación con otras regiones
El ranking de 2022 de Transparencia Internacional ubica entre los países que percibieron un menor nivel de corrupción en el sector público a Dinamarca (90 puntos), Finlandia y Nueva Zelanda.
En el extremo opuesto del índice, después de Somalia, Siria y Sudán del Sur, figura Venezuela con 14 puntos y en el puesto 177 de 180.
En las últimas semanas, con la creación de la Policía Nacional Anticorrupción, el Gobierno de Nicolás Maduro lanzó un inusual operativo contra funcionarios del Gobierno que, entre otras cosas, terminó desencadenado la renuncia del ministro de Petróleo, Tareck El Aissami.
González expuso que lo que hace que una nación tenga incidencias de corrupción bajas es que existan democracias sólidas y estructuras institucionales públicas y privadas bien constituidas, dentro de un orden jurídico claramente definido.
En este sentido, Piñero aseveró que para controlar este fenómeno en el país hay que aplicar la ley sin intereses, preferencias o parcialidades, formar a los ciudadanos y que haya un sistema económico que les permita vivir de lo que ganan sin necesidad de buscar en otras arcas.
Debilidad institucional
El politólogo Leandro Rodríguez dijo a Radio Fe y Alegría Noticias que es en el año 2000 que desaparece la institucionalidad, cuando el partido de gobierno Movimiento Revolucionario Bolivariano (MBR) se apoderó de todas las estructuras institucionales del país.
Sobre ello, María Elena González opinó que la suma del control de la estructura económica y la realidad político-institucional crearon un monopolio absoluto de poder.
“En este ‘régimen’ la corrupción se ha multiplicado exponencialmente, con oscuros desvíos de sumas millonarias a cuentas privadas, entre muchos otros casos de escandalosa corrupción que llevaron a la ruina económica”, sentenció González.
A su vez, insistió en que no se trata de casos aislados, sino de una política de “negligente administración, de privilegios, apropiación y abusos de los recursos públicos”, que no podría sostenerse “sin pleno conocimiento del alto gobierno”.
Impacto en la sociedad
Leandro Rodríguez sostuvo que no es casualidad que la mayoría de los problemas que afrontan en la actualidad los venezolanos sean de “los más graves del mundo” como el éxodo masivo, la pérdida de la calidad de vida, el deterioro de los servicios públicos, la crisis en el sistema de salud o la decadencia en la educación.
Rodríguez describió que, aunado a ello, están las grandes acusaciones de vínculos del gobierno con el terrorismo y narcotráfico, y las presuntas violaciones a los derechos humanos investigadas por la Corte Penal Internacional.
Para Andrés Cañizález, periodista y director de Medianálisis, la corrupción en el país terminó infiltrándose en todas las esferas.
“En Venezuela, la corrupción se infiltró en todas las esferas, porque incluso para hacer cualquier trámite uno tiene que corromperse, para conseguir un turno, sacar un pasaporte, registrar un documento. Cualquier ciudadano termina siendo cómplice de una red de corrupción”, concluyó Cañizález a Radio Fe y Alegría Noticias.
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