Venezuela podía quedar segunda de grupo, pero también última y eliminada. Ocurrió esto, a pesar de los improbables del fútbol.
En el peor de los escenarios, Venezuela debía esperar que Brasil hiciera lo que siempre hace, ganar. Pero Brasil no ganó. Ecuador jugó el mejor partido en años y le sacó un empate a Brasil que lo metió en cuartos de final con 3 puntos.
A Venezuela le servía ganar, empatar y hasta perder. Siempre que Brasil hiciera lo que siempre, o casi siempre hace: ganar. Pero Brasil hoy no ganó.
Pero la culpa de haber quedado eliminados no es de Brasil. Si hay un culpable es Venezuela, que tenía que jugar como en los últimos tres partidos, pero no jugó así. Hoy jugó como en la eliminatoria. Sin ganas, sin correr, distraída en la defensa. Sin una voz de mando que dirigiera los compases del baile. Hoy era contra Perú, al que casi nunca le ganamos y al que hoy tampoco le ganamos.
Los cambios
Peseiro decidió cambiar a los defensas de la copa. A los que se calaron la embestida de Brasil, a los que empataron con Colombia y Ecuador. Prefirió meter a Rosales, a Ferraresi y a Mikel, Que venían de padecer COVID-19 y que no habían disputado ni un segundo de competencia.
El Gol de Perú llegó como en La Paz. Desde la pelota parada y con la defensa distraída, a tal punto, que el balón le pegó en la parte baja de la espalda a un jugador (para no decir que le pegó en las nalgas), y con el balón muerto, el Peruano André Carrillo fusiló a Wilker, que no pudo hacer nada.
José «El Brujo» Martínez, que lo hizo todo, o casi todo en los últimos compromisos, que corrió y metió pierna en la mitad de la cancha: suplente. Mismo destino para Alexander González, quien se multiplicó en la banda y corrió como un demente para pelear cada pelota. También fueron al banco Manzano, Cumana, Adrián Martínez y Sema Velázquez.
El juego
Perú salió a buscar el partido desde temprano, en la primera mitad quiso asegurar su boleto y presionó con el balón en los pies. Además de la jugada del gol, Lapadula, Cueva y carrillo inquietaron siempre por la banda a Rosales e hizo tambalear varias veces a la defensa de cinco que paró el entrenador portugués.
Venezuela desperdició una ocasión clarita de gol en el primer tiempo. Sergio Córdoba remató un balón con la cabeza a un arco vacío que no encontró.
De resto, el juego fue de dominio a ratos. En la segunda mitad entraron Otero y Soteldo en Venezuela, pero no ocurrió nada más allá de un remate desviado de Rómulo al cobro de una falta al borde del área.
¿Quién clasificó en el grupo B?
Brasil, que empató en la última jornada 1×1 frente a Ecuador clasificó de primera con 10 puntos. En segundo puesto quedó Perú con siete puntos, después de victoria por la mínima ante Venezuela. Colombia, que no jugó quedó tercero con 4 unidades y Ecuador, que ante Brasil conquistó un empate de oro se metió cuarto con tres puntos. Venezuela: eliminada.
Este domingo Venezuela salió con la posibilidad de ser segunda de grupo si le ganaba a Perú y no ocurrió. Pero también podía ser cuarta si empataba con Perú y Ecuador perdía con Brasil, pero esto tampoco ocurrió. Aunque lo improbable, lo que era difícil que pasara, pasó. Brasil que siempre, o casi siempre gana, no ganó. Y Ecuador, que tenía las maletas hechas, según el mundo de las probabilidades, empató y se quedó y nos mando a nosotros, a la Vinotinto para la casa.
Venezuela tenía que jugar como en los últimos tres partidos donde solo jugaron los «suplentes». Hoy tenía que correr, tenía que brincar, tenía que estar pilas en los balones aéreos. Pero no. Hoy jugó como en Bolivia y perdió como en La Paz. por distraídos.
¿Y ahora?
Cerrado el ciclo Copa América y con las nuevas fechas de las eliminatorias a la vuelta de la esquina, ojalá que a los nuevos dirigentes de de la Federación no les de por cambiar de técnico. Si algo demostró Peseiro en estas últimas semanas es que tiene una idea de juego y que sabe trabajar con lo que hay.
El ciclo José Peseiro no se acabó, ni mucho menos. A pesar de lo ilusionados que pudiéramos estar los fanáticos con avanzar de ronda y de sus últimas decisiones para afrontar este último partido. Pero los jugadores si deberían revisarse, con honestidad y valorar si todavía quieren y tienen candela para estar en la selección. Sobre todo, la reflexión va para los de la vieja guardia, los «titulares», que se pongan las pilas. Hay un pocotón de chamos y no tan chamos con ganas de hacer cosas chéveres con La Vinotinto.