“Si tienes esperanza, entonces tienes Fe. Y si tienes Fe todo será posible”.

Anónimo

Decir que cuatro ojos ven más que dos nadie lo discute. Mejor si hay gente inteligente que tenga gran capacidad de entendimiento, que guste dialogar, pensar, comprender, discernir, talentosa, ingeniosa, sagaz, seria, coherente y siempre dispuesta a conseguir, buscar y lograr superar cualquier dificultad, cuando el interés no es personal o grupal, sino el de todo un país donde nos encontramos millones de hombres, mujeres, adultos mayores y jóvenes en edad de votar esperando el mejor desenlace que despeje y aclare en quien recaerá la responsabilidad de ser la candidata (o) de la oposición venezolana a la Presidencia de la República.

Es una reflexión válida y oportuna cuando tenemos en puertas las elecciones a las que ha llamado el CNE para este 28 de julio, cuando de las palabras pasemos a los hechos y lo que han venido diciendo, desde mucho tiempo atrás los estudios de opinión pública, en cuanto a que el 82.5 por ciento de los venezolanos quiere cambio de gobierno, deje de ser un guarismo, una cifra en el papel que el Gloria al Bravo Pueblo sabrá expresarlo en cada centro de votación de todo el país. Nadar contra la corriente sería botar el juego. Esa es una posibilidad cierta, pero sería imperdonable.

¿Cuál es el día? Desde el pasado martes ya sabemos que será en domingo, cuando la esperanza, sueños y anhelos de millones de venezolanos en cualquier hogar, empresa, mercado, universidad, ciudad, pueblo, caserío y en la calle permitirá salir de la tragedia social a la que un proyecto político e ideológico populista convirtió a un país en desarrollo en una nación pobre, atrasada, destruida, maltratada y vuelta nada. Es a través de la ruta electoral y el voto masivo la solución mas cercana para recuperar a este gran país bendecido por Dios.

La mejor evidencia la expresan buena parte de sus hijos que hoy viven en cualquier rincón del mundo. La patria de Simón Bolívar posee el nada halagador récord de tener la mayor migración que, sin estar en guerra, supera a Siria y Ucrania. Ahora bien, diría, que no todo es soplar y hacer botellas. Tenemos, es cierto, el entusiasmo, los votos y millones de personas sólo a la espera que llegue el 28 de julio.

No obstante, todo dependerá de la capacidad de los líderes opositores en no errar, equivocarse, cerrarse o negarse a llegar a acuerdos de la que es suya y solo suya, la responsabilidad histórica del momento de designar, sin traumas, conflictividad ni conmoción a la persona que conduzca a la victoria electoral dentro de 138 días. Todos son indispensables, nadie debe estar de espaldas a esta realidad, no es perdonable aislarse. No olvidemos que el gobierno juega duro auspiciando, alentando y fomentando la división y la abstención que solo a ellos beneficia.

Creo que los próximos días son cruciales, de extrema importancia sobre el valor y significación relevante en la estrategia a seguir, anunciándose quien será, el o la candidata que eventualmente supla la vacante ilegal, abusiva y violatoria de la candidatura de María Corina Machado, legítima ganadora de las Primarias del 22 de octubre pasado.

No olvidemos que el lapso de postulación e inscripción del 21 al 25 de marzo, busca, además, enredar este paso “legal” exigido por el CNE de mayoría oficialista. Esta es, entre muchas, otra maniobra de un gobierno nervioso, inseguro y sin pueblo. Al margen de cualquier artimaña, treta o maquinación del oficialismo ninguna distracción, interna o externa, debe desviar la atención y el interés supremo de los sectores democráticos, Plataforma Unitaria Democrática y de la propia María Corina Machado.

Es un tema que debe dilucidarse lo antes posible. Construir un esquema alternativo debe ser la respuesta. La dirigente de Vente Venezuela y el país todo, saben, conocen y están enterados que a ella no le permitirán inscribirse el 21 de marzo ni otro día del lapso aperturado por el CNE. Es una cobardía haberla inhabilitado, negarle un derecho, pero conductas de este tipo desnudan la “talante democrática” del adversario revolucionario que enfrentamos desde hace 25 años.

Desde este fin de semana los venezolanos podemos ver en la página oficial del CNE la información electoral correspondiente a María Corina Machado, en la que puede leerse la leyenda que “este lector (a) presenta una prohibición para ejercer cargos o función pública, de acuerdo a lo establecido en la normativa constitucional y legal vigente”.

En pocas palabras la consumación de esa medida ilegal contra la ganadora de las Primarias, la convierte en “inhabilitada” a juro, a las malas. En su caso sus derechos constitucionales son vulnerados, atropellados y violentados cuando en teoría los “garantiza” la Carta Magna. Quiere decir que a buen entendedor sobran las palabras.

De allí que buscar sin dilación, pausa o esperar un milagro político que permita su inscripción en los próximos días, es perder un valioso tiempo que debe ser invertido en sentarse a dialogar, discutir, analizar y ser coherentes en la construcción de una candidatura de consenso como es el interés de miles de venezolanos, donde me incluyo, visto el impedimento “legal” del que es víctima María Corina Machado.

Me atrevo a pensar más allá de una única solución candidatural que los venezolanos que estamos atentos y observando el desarrollo de los acontecimientos, creo que debe preveerse dos, tres o quizá otros aspirantes, porque sin descartar otras arremetidas oficiales, la aplicación de la receta nicaragüense cobra vigencia debido al temor del gobierno a la fuerza electoral de la oposición que crece cada día. En las últimas semanas cuadros cercanos a María Corina Machado han sido víctimas de arremetidas judiciales, amedrentamiento y presión. Otros episodios, a lo mejor peores, no son descartables.

En resumen, las cartas están echadas y el temor gubernamental con la evidente utilización de la “ley” no impedirá los resultados que arrojará el conteo de votos el 28 de julio. El miedo es libre. El discurso y la coherencia opositora deben ser la respuesta organizada a tanto sufrimiento padecido por la gente de nuestra gran nación cuna de Libertadores. ¡Amanecerá y Veremos!

José Aranguibel Carrasco es periodista y columnista.

Las opiniones expresadas en la sección Red de Opinadores son responsabilidad absoluta de sus autores.